OBRAS DE REDAUTOR 2006

Textos de Teatro publicadas en el correo

02 November 2006

RECOPILACION DE OBRAS 2006

UNA BELLA NOCHE

Autor:* (c) *Jesús Alejandro Godoy*

jesusalejandrogodoy4@gmail.com

Iban caminando, de vez en cuando se miraban de reojo; pero sin emitir palabra alguna. Sus pasos eran grandes, casi majestuosos.

Uno de ellos no pudo soportar más el silencio, e izó la mirada velozmente –de hecho ya estaba más que harto de mirar el camino azulado-.

—¿Y que hay del oro? —preguntó.

—Oro es el tiempo —respondió su compañero, sorprendido por la pregunta, y alzando la vista al instante; y prosiguió—: pero dejémoslo como el oro que es, escondido bajo las rocas bien profundas, así todos se ufanan en buscarlo o soñar con él; a fin de cuentas, estarán perdiendo el oro verdadero, pero nunca lo sabrán valorar.

—Ajá... ehh... bien... bueno... sí —dijo el oyente—. ¿Y que hay de las

perlas?

—Perlas son los días; no, los que ya no son, ni los que vendrán, sino los que se viven de a uno, pero dejémoslas en el fondo del mar, bien escondidas en las profundidades, así todos las querrán poseer, sin saber que las verdaderas perlas están bendecidas por cada mañana en la que se despierta vivo.

—Hummm... psssi... bueno... sí —dijo nuevamente su acompañante—. Alzó lentamente las cejas haciendo un gesto de cansancio y preguntó—: ¿Y que hay de las esmeraldas?

—Esmeraldas son las palabras, que trabajadas finamente por almas sabios y labios prudentes, adornan el aire, y hacen que los momentos de infortunio se vuelvan bastas oportunidades —dijo. Pero mejor dejémoslos en las montañas fundidas con las rocas, donde los que los irán a buscar se volverán de palabra, enemigos de su hermano y matador de su compañero.

—Ufff... bueno... ¿Es que...? Bueno... —trató de decir nuevamente el oyente, pero en su lugar lanzó otra pregunta con cierta simpatía.

—¿Y los diamantes? ¿Qué hay de los diamantes?

—Los diamantes son los pasos, y las huellas su forma deliciosa, que atraídos por su resplandor, seguirán los justos de corazón y deseosos de paz —respondió—, pero seguirán estando en la oscuridad de las cavernas, donde los que vayan en su búsqueda, se extravíen en su propio camino, y borren sus huellas por la inmensa codicia que les traerá el sueño de que sus propios pares le roben el botín.

—Ehhh... bueno... bien... ¿Puedo preguntar algo?

—Sí, de hecho hace mucho que me estás interrogando —respondió su interlocutor—.

—Sí es verdad... ¿Y el diablo?

—¡Vamos con esa pregunta de vuelta! —exclamó graciosamente su compañero, deteniendo su andar—.

—¿También me dejarás en las profundidades para que el hombre me busque?

—No... no es necesario que cabe tan profundo —respondió— Tengo otros planes para ti.

—¿Cuáles?

—Ya verás.

—¡Ya verás, ya verás! ¿Y como me voy a divertir entonces?

—Humm... mejor sigamos con las preguntas de lo que deseas que te otorgue de la tierra —dijo su compañero.

—Bien... ¿Qué hay de la plata?

Siguieron caminando largamente sobre los mares sin detenerse, la noche estaba cayendo lentamente. Era una bella noche en la tierra.

SU SERVIDOR

Autor*: (c) *Jesús Alejandro Godoy*

jesusalejandrogodoy4@gmail.com

Estoy aquí detenido, ya lo veis.

Cómo un ave desprovista de toda gracia en su vuelo, como un amor sin la base fundamental que lo haga vivir. Estoy aquí detenido, como un Satanás sin su Dios, como un mar sin descanso en playas, como una fragancia que nunca nadie percibirá, como un desierto sin sedientos.

Soy una mera sombra de lo que he sido, y aunque olvidado, sé que la chispa divina que aún sigue viviendo en mis pensamientos, está latente como ojos necesitados de luz verdadera, como un guerrero ansioso de paz.

Soy un fantasma... Un fantasma de mí.

Déjenme relatarles, como fue que sucedió ésta malograda travesía a través de mi persona y de mi tiempo; les prometo, que no les quitaré mucho de su tiempo, y les otorgaré mucho del mío, porque donde vivo hay mucho de todo, y poco de mucho; porque donde hoy respiro, hay más de lo que mi mente pueda llegar a comprender.

Mi nombre es Ezequiel, Ezequiel Di Marié para ser más correcto; y si alguno de ustedes me ha de compadecer por lo que han leído anteriormente, les digo con todo el tono de mi voz: ¡No sintáis pena por su servidor!, porque he comprendido que cada quien es dueño de sus actos, y tarde me ha llegado la noticia de que cada cual ser forja su destino.

Tuve una vida plena de conocimiento y capacidad. Conocimiento para desarrollar la virtud de conocerme hombre de bien, y capacidad para obrar en consecuencia, teniendo plena consciencia de que existen y existirán seres más y menos afortunados que yo. Mi paso por la vida fue fugaz, pero absolutamente provechoso... Con decirles que usé mis dones para erigirme como uno de los mayores hombres de mi época; y cuando digo época, digo mí época, no la época universal, ya que tengo concebido el hecho de que cada uno tiene su mundo, y si llegáis a interrogadme sobre el fin del mundo, yo les respondería a todos vosotros lo siguiente: "El mundo hubo concluido cuando mis ojos se oscurecieron sin vida a él, y tal vez los abriré nuevamente en un mundo nuevo".

Les decía que fui grande; fui grande para mí conciencia y para mí medida de valores. Fui vitupereado, pero también acogido entre sabios. Crecí creyendo en Dios, y morí creyendo en las buenas intenciones de los hombres.

He visto de todo, y me he perdido muchas cosas de ver. Saboreé muchos gustos, mi paladar lleva consigo recuerdos absolutos de los sabores más nobles y los más abominables. Amé y fui amado. Engañé y fui engañado. Me han instruido y yo mismo he sido inducido en varias artes, pero jamás creí que mis artes se pudieran volver en mi contra.

Dejando de ver el horizonte de lo esencial, me volví un adorador de la ciencia y las leyes exactas que aplanaban el pensamiento; sin desearlo, asesiné la poesía de mi alma, y cambié el latido de mi corazón para volverlo un infernal y escabroso tamboril que llamaba a la lucha diaria para la supervivencia del más apto... Y debo confesarles estimados, que, sin darme cuenta en ése momento se inició mi muerte, mi viaje al más allá.

He sido feliz, pero sin tener justificación alguna que no procediera de mi mundo científico para ser feliz, empecé a cerrarme a los sentimientos más básicos: Si alguien rompía en llanto, yo hacía caso omiso, si alguien moría, lo analizaba como un suceso de hechos, si alguien se enamoraba lo veía como una debilidad y una falla del alma... Finalmente, y ya nos les he de quitar más su tiempo, debo decirles que enfermé de brutalidad extrema. En mi lecho de muerte y delirando, trataba de encontrar alguna explicación a mi supuesto deceso... "¿Por qué he de morir?" me preguntaba. Tracé todas las variables posibles en mi mente, y deduje que las personas jóvenes, saludables, e inteligentes, no debían morir; sino, las personas entradas en edad –sin distinción de sexo-, las personas enfermas, y las más -perdón por el término- ignorantes, ya que éstas eran más proclives a contagiarse de enfermedades sin el menor conocimiento de lo que podían contraer.

Pero... Pero no era nadie más que yo, el que estaba palideciendo en mi lecho. Acongojado debo admitir que recé por vez primera con fe verdadera. No sentí nada especial, pero a pesar de mi condición, creo haberle dado algún tipo de importancia al momento que estaba viviendo.

Finalmente dejé de respirar.

Mi corazón cumplió su última tarea y bombeó un hilillo sanguinolento, mi cerebro adormeció y mis párpados se volvieron dos guillotinas que cortaron la luz del día.

Ahora, que ya no estoy con todo lo que he conocido, hablo con vosotros, y les digo que más allá de lo que he vivido y de lo que he necesitado para vivir, existe algo más. ¿Cómo dice? Sí... existe algo más, a lo que aún me estoy adaptando paulatinamente. Y me he comprometido a la tarea de memorizar todo lo que mi mente y mi alma están aprendiendo, ya que cuando regrese lo pondré en práctica... Perdón ¿Regresar? así es mis estimados, regresaré, y les diré a todos lo que he aprendido en éstos últimos... días... meses... años. Ustedes me perdonaréis pero sabrán comprender que no existe medida de tiempo alguna donde me encuentro.

Y finalmente más allá de toda mi latosa perorata, mis estudios han concluido en que mí persona se categoriza como fantasma o espectro, ya que puedo traspasar paredes y puertas, y, tranquilamente puedo escuchar las voces de todos los seres vivos. Y siendo un fantasma –o espectro- me entrenaré en la facultad de ir de un lugar a otro como el viento, y trataré de participar activamente de conversaciones fastidiosas sobre ciencias exactas de los que aún caminan por la tierra.

Perdón, me están llamando. Debo irme, hoy es un día especial ya que me enseñarán a renacer.

Hasta pronto señores y señoras. Fue un verdadero placer, y desde ya les estoy muy agradecido por su tiempo. Cuando gusten, su servidor, el fantasma.

MI DESTINO

Autor:* (c) *Jesús Alejandro Godoy*

jesusalejandrogodoy4@gmail.com

Y todo parecía estar en silencio...

Los hombres se miraron. Sus ojos centelleantes, no atinaban a algo o a alguien en especial; solamente se movían sin parar, nerviosamente, como si todos estuviesen en el más profundo de los sueños.

Pero todos estaban ya desvelados.

Un temor extraño los embargó; algunos pensaron en escapar, otros, estaban muy acobardados siquiera como para moverse.

Uno de ellos parecía estar en calma, aunque sus manos temblaban sin parar, y sus pies se movían nerviosamente levantando un poco de polvo.

La luna parecía ser enorme; tal vez tenía mayor tamaño que de costumbre, como para alumbrar el lugar y el momento en que todo empezaría.

Escucharon algunos pasos que se acercaban, acompañado de un inconfundible sonido metálico.

El sólo hecho de asociar ése sonido con el destino que vendría, hizo que las rodillas de uno de los hombres se aflojaran; acto seguido, cayó pesadamente al suelo levantando una cortina de polvo.

—Vamos... levántate —dijo su compañero—, mientras lo tomaba del antebrazo y lo ayudaba a reincorporarse.

—No... no... —balbuceó el muchacho mientras trataba de reincorporarse.

—¿Qué sucede... que te sucede? —preguntó el hombre más viejo.

—No... no... quiero estar aquí —dijo susurrando el muchacho.

—Yo tampoco quiero estar aquí —replicó enseguida su compañero—. Tengo miedo... mucho miedo —el viejo suspiró entrecortadamente, hasta parecía que los latidos de su corazón se hubiesen trasladado a sus labios.

—Tengo miedo, tengo mucho miedo —repitió—. No solamente por el hecho de no saber lo que le sucederá a él; sino, que tengo miedo también porque no sé que nos sucederá a nosotros.

—No quiero morir... por favor, no quiero morir —dijo acongojado el más joven—.

—Lo sé... lo sé —respondió su compañero. Lo miró de reojo con cierta impaciencia, y guardó silencio.

Uno de los hombres caminó dos pasos hacia el hombre que se mantenía inmóvil cerca de una enorme roca.

—¿Qué hacemos ahora? —le preguntó—.

El hombre que parecía estar siendo carcomido por un inmenso nerviosismo, lo miró y le dijo—: Ahora... ahora es cuando todas las decisiones que tomamos en nuestra vida, se hacen realidad. Ahora es cuando nos hacemos cargo de nuestras elecciones y nos replanteamos una y otra vez, si hemos tomado la decisión acertada. Ahora, es cuando dejamos todo nuestro tiempo, nuestros sueños, nuestro llanto, nuestro camino, y nuestro corazón por nuestros ideales, y por nuestros valores.

Ahora amigo mío... es cuando te darás cuenta que tus pasos van marcando una señal a cada movimiento, y esos pasos van formando un camino, ése camino va formando una vida, y esa vida un destino. Y ten cuenta, que nada de lo que hagas hoy será olvidado, porque aunque tengas miedo al igual que yo lo tengo, has de caminar siempre con el sentimiento de haber escogido lo mejor a cada momento...

Un búho que estaba sobre una rama, sobrevoló la cabeza de los hombres, escapando del sofocante humo y del sonoro ruido que producían los pasos y el choque de metales.

—¿Acaso no tienes miedo? —le preguntó nuevamente el hombre.

El que hasta ése momento estaba de pie, se acuclilló lentamente, exhaló un poco de aire, y se irguió nuevamente.

—Tengo mucho miedo... mucho —respondió con la voz entrecortada por el inminente desenlace—. Más de lo que puedes imaginar —continuó diciendo—, pero mi miedo no es el miedo de ustedes —miró a cada uno de los hombres girando lentamente—, porque cada uno de ustedes lleva en sí su propio miedo interno, y cada uno de ustedes en éste mismo momento aún estando juntos, uno al lado del otro, siente individualmente su temor. Y aunque juntos, el temor ha abrigado su alma, y aunque separados, el temor acariciará su corazón de la misma manera. Y no crean que mi corazón es ajeno a sus temores, porque aún cuando mis palabras que hoy escuchan pueden hablar del miedo, el temor en sí que habita en éste momento en mi alma, no podrá ser vivido por ninguno de ustedes jamás.

—¡No es necesario que hagas esto... no hoy! —exclamó el hombre más viejo, soltando al muchacho—. Y se acercó caminando lentamente a su amigo; y se acercó caminando, como si estuviese herido de muerte.

—¡No hoy! —susurró una vez más lastimosamente—.

Pronto se dejó ver una muchedumbre que se acercaba amenazadoramente.

Algunos pájaros volaron rápidamente entre los arbustos.

—Los caminos son extraños —dijo el hombre mirando de lejos a la muchedumbre—. Pero cuando más extraños son esos caminos, más posibilidades hay de que el hombre se pierda; y yo les aseguro, que cuando un hombre se pierde en infinitos caminos, no le queda otra alternativa que conocerse a sí mismo para encontrar el camino que lo llevará de regreso a su hogar; y cuando llega a su aposento, él mismo se duerme transformado, porque se da cuenta al fin, que ése mismo día se ha encontrado, y ya no tiene miedo de salir nuevamente a recorrer las infinitas opciones que le entrega el Maestro. Nunca duden de su camino, jamás cieguen sus ojos voluntariamente a los caminos que están andando, no abandonen ésta vida sin recorrer las distintas posibilidades que se les ha entregado; porque no existe nada más cierto en ésta bendita tierra, que un ser que ha encontrado su destino andando, errando y acertando a cada instante, porque no existe nada más verdadero en ésta bendita tierra, que la sabiduría de aquel que se ha transformado conociéndose en las tribulaciones más insoportables que el alma puede llegar a vivir; y ciertamente les digo, que yo ésta noche he encontrado mi camino; ésta es mi decisión, y éste es mi destino.

La masa de hombres estaba a pocos pasos.

El hombre guardó silencio. Todos hicieron silencio.

El sonido de metales cesó y solamente se veía varias columnas de humo, que sobrevolaban las cabezas de todos, y que eran arrastradas rápidamente por el viento.

Un hombre se apartó de la muchedumbre y se acercó lentamente, miró desinteresadamente por unos instantes a los demás, y vociferó: —¡¿Quién de ustedes es El Nazareno?!

—Yo soy el que buscas —respondió el hombre con nerviosismo—.

—¡Llévenselo! —gritó el soldado blandiendo una antorcha—.

Y todo parecía estar en silencio. La luna parecía iluminar más que de costumbre; y ésa noche, un hombre al fin encontraba su destino.

JESÚS MARIA Y JOSE

latramoyateatro@yahoo.com.ar

Casa pobre en Chusalem. Muebles, pocos. Adornos, los justos. Luces, tenues. La familia, bien gracias. En el centro está María tejiendo. Por la izquierda entra José, visiblemente enfadado.

MARÍA: ¿Qué tal hoy en la carpintería? ¿Otro día de trabajo duro?

JOSÉ: No me hables. No nos llegó el cargamento de abetos palestinos y no pudimos entregar el encargo al Centurión. Después vino uno de esos grupos de agitadores subversivos con no sé qué paranoia de deforestación y que éramos unos colaboradores de los romanos y tuvimos que echarlos a patadas. Ni trabajar lo dejan a uno ya. No sé adónde vamos a parar. ¿Sabes lo que hace falta en este Imperio? Mano dura. Eso es lo que falta. Un par de crucifixiones y verías cómo se iba a acabar el cachondeo. Mano dura. Hace falta una limpieza de esos greñudos que van predicando por ahí no sé qué de Amor y Salvación y que no trabajan, ni estudian y que vagan por la calle como pordioseros. Unos vagos. Eso es lo que son. Unos vagos que viven sin saber de dónde vienen ni adónde van y que pretenden echarnos la culpa de todo; ¡si lo único que hacemos es ganarnos la vida honradamente, no como ellos!. Ojalá tuviese a uno de ellos aquí delante. Le diría cuatro verdades bien dichas.

Entra JESÚS por la izquierda.

JESÚS: Hola, madre. Hola, padre.

MARÍA (Contenta de que haya interrumpido la perorata del padre): Hola, hijo. ¿Qué tal tu día?

JESÚS (Mirando con miedo a su padre): Ehhh...bien, bien.

JOSÉ (Como si no hubiera entrado ni Dios): Y encima vino Caifás a hacer una inspección de sanidad o no sé qué. Nos puso una multa de la Hostia por no tener los pergaminos en regla. Como que tuviésemos tiempo para ocuparnos de esos detalles...No, si ya te digo...El día que he tenido hoy no lo empeora ni Cristo...

JESÚS: Bueno, yo me voy a...

JOSÉ (Interrumpiéndole): ¿No te daban hoy tus calificaciones? (JESÚS mira aterrorizado a MARÍA y asiente tímidamente) Pues trae. (JESÚS le da un pergamino. JOSÉ comienza a leerlo y su cara pasa de la de mal humor con la que entró a la furia paranoico-satánica) ¡¡¿¿Qué demonios significa esto??!! ¿¿Suspenso en Arameo? ¿Y en Historia del Glorioso Imperio Romano también? (JESÚS intenta salir de la estancia) ¡¡Quieto ahí donde estás!! Pero...¡no has aprobado ni Religión! ¡Qué vergüenza! ¡¿Para esto me deslomo cortando abetos?! ¡¿Ésta es la recompensa por darte todo lo mejor?!

MARÍA: No te pongas así, el chico hace todo lo que puede...

JOSÉ (Remedándola): "Todo lo que puede, todo lo que puede" ¡Pues entonces tengo un imbécil por hijo! Y eso si es que es mi hijo...que tus padres me obligaron a casarme contigo cuando te quedaste preñada pero yo ni te había tocado, ¿eh? ¡Ni te había tocado! ¡A saber quién fue el responsable!

MARÍA (Místicamente): Fue la voluntad de Dios...

JOSÉ: Menuda excusa. Las he oído mejores, aunque por lo menos ésta es la más original...Pero ¿a quién te crees que vas a engañar con una disculpa tan surrealista? Engatusaste a tus padres, pero no vas a timar a nadie más...NADIE, ¿me oyes?, NADIE se va a tragar semejante bulo en la historia de la humanidad, ¿está claro? ¡¡NADIE!! (Pausa) Pero bueno, a lo que íbamos...(Transición. A JESÚS) ¿Qué es lo que pretendes? ¿Matarme a disgustos? Te pago los mejores estudios, te doy la mejor vida que puedo darte y así es como me lo pagas, suspendiendo todo lo que te ponen por delante. ¿A qué aspiras en la vida? ¿Qué piensas que te depara el futuro? ¿Cómo vas a ganarte el pan?

JESÚS (Al principio dudoso, resueltamente místico después): Voy...voy a ser un Mesías...

JOSÉ (Completamente fuera de sí): ¡Ni Mesías ni Becerro de Oro empalado! ¡Ya te voy a dar yo Mesianismo, vas a ver! ¡Mira que me das disgustos! ¡A mí! ¡A mí, que te protegí de la matanza de Herodes, que huí contigo a Egipto para que no te pasaran a cuchillo! ¡Dias sin comer! ¡Semanas huyendo por aquí y por allí! ¡Si llego a saber lo que me esperaba, habría salido a la ventana gritando: "¡¡Herooodeees!! ¡Aquí hay otro, que no se te olvide! ¡Seguro que es el que estás buscando!"!(Transición) ¡El Mesías! ¡Lo que me faltaba! Esas ideas te las han inculcado esos amigos greñudos piojosos con los que te juntas en la plaza, ese Pablo, ese Juan y toda esa pandilla de jipis vagos. ¡Ni tus amistades sabes escoger ya! ¿Por qué? ¿Por qué te apartas del sendero que te he marcado?

JESÚS: Porque ahora camino por el sendero que me marca Dios...

JOSÉ: Sí, eso es...Échale la culpa a Dios, como hace ésa (Señalando a MARÍA). Lo que faltaba...¡Venga! ¡La culpa de todo es de Dios! ¡Echemos la culpa a Dios! ¡La culpa de que no llueva es de Dios! ¡La culpa de la fornicación y del robo la tiene Dios! ¡¡La culpa de que yo tenga almorranas es de Dios!! ¡Carguemos la culpa entera de la humanidad sobre los hombros de Dios...!

JESÚS: Para eso estoy yo aquí, para cargar con las culpas de la humanidad (Hace un gesto como si estuviese llevando la Cruz)

JOSÉ: ¡Como vuelvas a interrumpirme voy a ponerte a cargar abetos y vas a saber lo que es llevar peso sobre los hombros! Será maleducado...Podrías aprender de ese amigo tuyo...como se llame...ehhhh...Judas, eso es...Ese chico sí que tiene los pies en el suelo, seguro que va a llegar lejos...Cuando tú y tus amigotes estéis por ahí mendigando y predicando como muertos de hambre, él ya tendrá el futuro asegurado...¿Por qué no aprendéis de él y dejáis de criticarle de una vez?

JESÚS: No puedo...él me va a traicionar...

JOSÉ: No me extraña; como sigas así te va a traicionar hasta Dios...Habráse visto...¿Pero tú quien te crees que eres? ¿El Rey de los Judíos? (JESÚS hace ademán de contestarle) ¡¡No hables hasta que yo te dé permiso!! ¡Te vas a meter en tu habitación y te vas a quedar allí clavado hasta que apruebes todo! ¡¿Me oyes?! (JESÚS permanece lloroso y mordiéndose los labios pero no se mueve) ¿Por qué no obedeces? ¡¡Haz lo que te digo o iré a por el cinto!!

JESÚS: Entonces pondré la otra mejilla...

JOSÉ: Peor para ti: tarde o temprano se te acabarán las mejillas.

JOSÉ sale por la derecha.

MARÍA (Cayendo de rodillas): ¡Dios Padre, no permitas que ocurra! ¡No dejes que maltrate a la Carne de Tu Carne, la Sangre de Tu Sangre! ¡Obra un milagro!

JOSÉ (Entrando): Reza lo que sepas, a ver si Dios te ayuda esta vez...(Su cara se tuerce, y se lleva la mano al corazón) Ah, ahh...mi corazón...¡Así no vale! ¡Ellos dos juegan con ventaja! (Cae muerto)

JESÚS y MARÍA: ¡Milagro! ¡Milagro! ¡Aleluya! ¡El Señor es bondadoso! (Se abrazan)

TELÓN

MARAVILLOSO TROFEO

Autor: *(c) *Jesús Alejandro Godoy

Borremos todo, y empecemos a escribir una vez más......

¿Y si cambiamos los Si que diste, por los NO que se trabaron agazapados en tu garganta?; ¿tu vida sería igual?; ¿piensas que aún desaprovechaste la mejor oportunidad y te sigues arrancando los cabellos de tu cabeza uno a uno, mientras que los miras a la luz tenue de una vieja lámpara, mientras lloras?

Es triste lo sé, pero no tanto porque duele y porque a mí también me ha pasado, sino por el hecho, que desperdicié mi tiempo al igual que tú.

Hasta un día, en el que un anciano que se llamaba Hernán, que había vivido gran parte de su vida en el Continente Africano con la tribu Massay, me contó lo siguiente:

"Estábamos mi guía Ghukambo y yo, escondidos tras una rocas, a una distancia prudencial de donde estaban cazando unas leonas"

"Yo me deleitaba observando con mis binoculares, el ágil movimiento de los felinos, sus saltos ornamentales, su graciosa manera de correr grandes tramos de terrenos salvajes, como si se tratara de un llano sin grandes obstáculos"

"Ghukambo me decía que los leones son Shitoi o poderosos, y me señalaba cual de todos ellos era el Kamanhi o el jefe de la manada.

Yo me mantenía azorado mirando cómo las leonas se agrupaban para cazar, elegían la presa y le daban fin; mientras miraba esto, me llamó la atención una leona más pequeña que el resto de sus pares"

"Enfoqué mis binoculares, y pude apreciar que se trataba de un felino joven, aún lo bastante joven, como para adentrase en el peligroso mundo de la caza salvaje, pero así y todo, la leona se empeñaba en cazar alguna presa por sí misma para saciar su hambre.

Ese día, nos quedamos con Ghukambo casi hasta entrado el atardecer, y luego nos fuimos a nuestras chozas"

"A la mañana siguiente, le pedí a mi guía volver al lugar, Ghukambo estaba reacio a volver al lugar, pero lo convencí regalándole un atado de cigarrillos Gold Leafe"

"Volvimos, y nos escondimos detrás de las mismas rocas que el día anterior; con mis binoculares pude apreciar a la leona que trataba de quedarse con alguna presa, pero era inútil, el felino perseguía a otros animales, y sólo daba zarpazo al aire, quedándose con sus garras repletas de pastizales secos como único premio"

"Volví solo al día siguiente, ya que no pude convencer a Ghukambo regalándole más cigarrillos, ya que él decía que eso lo convertía en Budhe-Gambo, u Hombre Demonio, porque según sus amigos y compañeros, él parecía un mensajero de los demonios del fuego"

"Por lo tanto, me quedé escondido tras las rocas espiando con los binoculares a la leona..."

"Pasaron varios días, yo me escondía tras las mismas rocas, y siempre trataba de ver a la leona, que seguía su danza infructuosa alrededor de varias presas más veloces que ella; su inexperiencia, hacía que sus esfuerzos siempre terminaran en un rotundo fracaso, hasta llegué a sentir lástima por el débil felino.

Iba a abandonar mi emprendimiento, pero al día siguiente fui nuevamente al lugar de avistamiento".

"Estuve todo el día mirando a los leones y leonas, mientras que tomaba notas y los dibujaba en algunas páginas de mi libro de viaje, y casi sin darme cuenta, me había sorprendido el atardecer.

Cuando divisé nuevamente a la leona, ésta se había acercado desafiantemente demasiado a una manada de rinocerontes, y por su atrevimiento, fue literalmente arrojada por los aires por un rinoceronte macho, haciendo que pareciese un proyectil perdido, haciendo que su sombra bailara a la penumbra teniendo un sol opaco como telón de fondo"

"Esta imagen, me hizo recordar una escena de un film E.T., en la cual los niños atraviesan con sus bicicletas, la silueta de una enorme luna con el extraterrestre escondido en una de las canastas de sus rodados"

Al día siguiente, traté de convencer nuevamente a Ghukambo para que me acompañe, regalándole unos alfajores caseros que hacía mi abuela en la cocina de su casa de su Ituzaingó natal, lugar, donde yo también tenía mi hogar"

"Ghukambo comió varios alfajores, mientras que los demás nativos saltaban a mi alrededor, gritando ¡¡¡¡ñami ñami!!!, comida, comida, pero al final, mi guía se tuvo que quedar en la aldea, porque me dijo que el alfajor era una Maghe-e, o roca en su estómago y que no podía caminar, de hecho, mi guía estuvo un día paralizado dentro de la choza, con su estómago inflado"

"Así que esa mañana, retorné nuevamente solo al lugar, tomé mis binoculares, y traté de divisar a la leona; ésta, estaba echada bajo un gran árbol; varias moscas revoloteaban a su alrededor, en ese momento creí que estaba muerta debido al golpe que le había dado el rinoceronte el día anterior, y me entristecí un poco, -a fin de cuentas es la ley de la selva" -pensé-

"Entonces me coloqué de espaldas a la escena, y me apoyé en una roca, encendí un Gold Leafe, y escribí en mi libro lo que había visto"

"Luego, tomé mis binoculares y me dispuse a mirar nuevamente a la leona, para ver si en realidad estaba muerta, regulé el aumento de las lentes de mis binoculares, y pude ver un enorme ojo amarillento; me aterroricé..."

"Solté los binoculares, éstos cayeron haciéndose trisas sobre las piedras: a menos de dos metros de donde me encontraba, estaba la leona mirándome fijamente con un animal muerto en sus fauces..."

"Se acercó a mí sin dejar de mirarme, su mirada era desafiante y penetrante, creo que ese día -a diferencia de lo que dice el diccionario-, entendí lo que significaba la palabra miedo"

"La leona no dejaba de mirarme mientras que subía lentamente por las rocas..."

"Se acercó muy despacio, y llegó a estar a varios pasos de distancia de mi cuerpo tembloroso, yo estaba inmóvil y mi cigarrillo temblaba en mi mano como si estuviera fabricado de goma; abrió la boca y tiró a mis pies un venado que traía ya completamente destrozado entre sus fauces, el cuerpo del animal cayó haciendo un ruido seco y pesado, yo miré a la leona, ésta fijó nuevamente la vista en mis ojos asombrados; abrió nuevamente sus fauces y rugió....."

"Yo caí de espaldas, luego, me miró un segundo más, y se fue corriendo atravesando las rocas velozmente y se perdió en la espesura de la selva"

"El felino había atrapado su primer presa"

"En ese momento, comprendí, que ella lo había dejado a mis pies para que contemplara su maravilloso trofeo y por ende compartirlo conmigo"

"Volví a la aldea y le conté a Ghukambo lo que había sucedido

Mi guía fumaba tranquilamente un Gold Leafe con todos sus compañeros alrededor, mientras éstos lo miraban asombrados hacer Tamhi, o magia"

"Me miró y me dijo algo que jamás olvidaré:

La leona es lo más parecido a lo que tendríamos que ser nosotros.....

Usted ya ha visto que la leona no se quejó cuando perdió una presa y no se quedó echada en el suelo arrancándose los pelos preguntándose porque falló, ni se quedó pensando si no fue lo bastante veloz, o si no estaba en forma, o si sus colmillos ya no servían; no culpó a Dios, ni a sus padres, ni a sus hermanos por sus fracasos, no entró en cavilaciones infructuosas imaginando como hubiera cambiado su vida si esa presa que perdió, hubiera sido para ella, y no se amargó llorando y mirando al cielo por sus pérdidas, deseando una nueva oportunidad.

Lo único que hizo, fue levantarse una vez más, aún herida y adolorida, dejando el día que pasó al olvido, viviendo un nuevo día, mirando la salida del sol, como si las oportunidades perdidas jamás hubieran existido, y si esa oportunidad no hubiera estado a su alcance, le aseguro que la hubiese creado para salir corriendo tras ella.

Pero esa leona nunca supo -al igual que nosotros- cuando sería el día en el que cazaría la mejor presa, solamente siguió corriendo, porque es libre, al igual que usted.

Y por la experiencia que vivió, ahora usted es más Gheleyo, o sabio"

"Yo anoté todas las palabras de Ghukambo en mi diario, y hoy lo comparto contigo..."

Yo miré al viejo Hernán, le di las gracias con un fuerte apretón de manos, y me alejé caminando por la calles de Ituzaingó.

Mientras caminaba, pensaba si realmente valía la pena, llorar por lo que no pasó, lo que no pasa y lo que jamás pasará, y si realmente valía la pena seguir revolcándome en mis recuerdos o hacer como la leona, vivir cada día sin mirar atrás, y salir a perseguir cada día una nueva presa, y vivir en libertad mis oportunidades, y si no llegan, crearlas.

Porque al igual que tú, soy libre.

TEXTOS CORTOS

Fernando Díaz y Karina Iezzi, del grupo La Tramoya.

latramoyateatro@yahoo.com.ar

¿QUÉ VES?

Se encuentra Julio en escena con un martillo, tratando de colgar un cuadro, tiene en la mano el cuadro, el martillo y clavos, simula el agujero en la cuarta pared y de repente mira por el, se limpia los ojos y no puede creer lo que ve, mira al público asombrado. Entra Lucía y lo mira.

Lucia: ¿Qué haces Julio?

Julio: No grites, callate. (Él sigue mirando)

Lucia: ¿Qué pasa?

Julio: ¡No lo va a poder creer! (ella se acerca)

Lucia: ¿Qué estas mirando?

Julio: Vení, fijate.

Lucia: (Asustada) ¿Quienes son? Hay muchos y me miran.

Julio: Querrás decir “nos miran”.

Lucía: ¿Y lo harán todo el tiempo?

Julio: Solo cuando aparecemos.

Lucía: ¿Pero como se llaman?

Julio: Le dicen “espectadores”. Se sientan en sus sillas para vernos, se ríen, lloran, se emocionan...

Lucía: ¿Serán buenos?

Julio: Según, hay algunos que critican, pero no constructivamente lo que hacemos, esos son los peores... otros ven y disfrutan...

Lucía: Me miran Julio, me miran...

Julio: Claro, como no te van a mirar, sí sos un “personaje”.

Lucía: No quiero ser un personaje...

Julio: Somos personajes, estamos acá para eso, para mostrar lo que hacemos.

Lucía: Tapa el agujero Julio (él lo tapa)

Julio: Ya está, ya no nos miran más.

Lucía: Julio...

Julio: ¿Qué?

Lucía: Nos siguen mirando. (Julio gira su cabeza lentamente y mira)

Julio: No puede ser, apaga la luz, apaga la luz... (empiezan a correr por el escenario de un lado para el otro. Se apaga la luz y comienza la primera historia)

DIME QUE SÍ.

Se encuentra el marido leyendo el diario, aparece su mujer con un plumero y empieza a limpiar, el marido baja el diario y la mira.

Mujer: Que hermoso día, (mirándolo) como me gustaría ir a Palermo, al Rosedal... Me acuerdo cuando éramos novios y me llevaste y nos dimos nuestro primer beso... ¿té acordas?

Marido: Sí...

Mujer: Y cuando paseamos en los botes...

Marido: Sí...

Mujer: Y te acordas... después me llevaste al Jardín Japonés. (El marido baja el diario y la mira) ¿Te acordas?

Marido: Sí...

Mujer: Pero hace mucho que no salimos. Siempre metida acá adentro, cocinando, planchando y lavando. Parezco la Cenicienta. ¿Me escuchas Roberto?

Marido: Sí...

Mujer: Entonces salgamos a pasear, sacame de estas cuatro paredes. Hoy es domingo, hoy es mi día, sacame a pasear...

Marido: (Sigue con el diario) Sí... Esta bien tenes razón... y para que no digas que soy un mal esposo vamos a salir...

Mujer: Gracias mi amor, te amo. Voy a preparar las cosas... Chicos (grita) Papá nos va a sacar a pesear. Preparen sus cosas... Te quiero amor...(Ella sale, él baja el diario, se para y le habla al público)

Marido: Yo también te quiero... te quiero ver callada de una vez por todas... (mirando al público) VIO SEÑOR LO QUE TIENE QUE HACER UNO... HAGA USTED LO MISMO, SÁQUELA Y NO LA VA A ESCUCHAR MAS CHILLARLE PORQUE NO LA SACA... CLARO NO LE PUEDO PROMETER QUE NO JODA CON OTRA COSA...

Se apaga la luz.

ES O SE HACE.

Aparece en escena un ciego con un bastón y una lata. Se para y pasa una mujer.

Ciego: Una monedita por favor (extendiéndole la mano)

Mujer: (Apura el paso) No, no tengo. (Se va y aparece un hombre caminando)

Ciego: Señor me da una monedita. Soy ciego de chiquito (el hombre lo mira y le hace señas que no y sigue)

Ciego: Por favor señor...

Hombre: (se para saca un billete y se lo da) tome es lo único que tengo para viajar, pero no importa, me voy caminando.

Ciego: Gracias que Dios lo ayude.

Hombre: A usted también, Chau. (Se va.)

Ciego: (El ciego se saca los lentes y mira el billete) A ver si es falso... Es bueno (al público) Que miran, ya sé, me van a decir que hijo de... y bueno che de algo hay que trabajar...

Apagón.

LULU.

En escena aparece Ernesto, tomando un whisky. Lulu esta metida en su cuarto llorando.

Ernesto: Por favor Lulu, no lo hagas más difícil, salí de tu cuarto y deja de llorar, no es para tanto, solo me dio un beso, ¿que queres? Soy un hombre irresistible... Las guachas se me pegan como garrapatas. Lulu yo te amo a vos, no puedo vivir sin vos, no llores mi amor... Salí Lulu, salí o tiro la puerta abajo. (Sale Lulu, un mariposón, con una vincha en la cabeza, una bata y pantuflas, cantando y lo empuja como echándolo)

Lulu: Sabías que en lo profundo de mi alma, te amaba con todo mi amor, corazón, por eso al negarte a mi cariño, destrozaste totalmente mi ilusión. La vida se apaga y mi alma llora y el cielo se nubló y todo se acabo. Al verme despreciado por tu amor (lo echa a patadas)

Lulu: Hay chicas, así es el amor...

Apagón.

LA PARADA.

Aparece Ursula revoleando la cartera.

Ursula: Que malaria, no pasa ningún auto... (llega Mariela)

Mariela: Che, che ¿Qué haces vos acá? Esta es mi parada, así que tomatelas.

Ursula: ¿Acaso la compraste o te la regalaron...?

Mariela: Mira, tomatela o te reviento, mira que hoy me puse las postizas.

Ursula: Y que... yo traje el látigo, sabes como duele, ¿no...?

Mariela: Esta bien quedate, ¿total quien te va a levantar a vos.?

Ursula: ¿Viste la película “Mira quien habla”?

Mariela: Que chistosa.

Ursula: No viene nadie, que pasa hoy, no quieren diversión.

Mariela: También con vos acá, ¿quien va a venir?.

Ursula: Allá viene uno (se acerca un viejito) Hola abuelito quiere que lo lleve a su casa.

Mariela: Abuelito, mejor lo llevo yo (lo agarra de un brazo y la otra del otro)

Ursula: Salí che, que yo lo vi primero (lo empiezan a tironear)

Mariela: Soltalo loca.

Ursula: Es mío, anda a buscarte otro.

Viejito: Chicas, chicas, no se peleen.

Mariela: Dejalo, no ves pobre viejo, que va a hacer, si no puede con su alma.

Ursula: Si tenes razón valla a su casa abuelito...

Viejito: Chicas...

Mariela: Que abuelo, ¿quiere que lo ayudemos a cruzar la calle?

Viejito: No chicas, quiero que vengan a mi casa... las dos, ya tome el Viagra (ellas se miran)

Ursula: ¿Te dije no? ¡Los viejitos son los mejores!

Mariela: Miralo al viejo.

Apagón.

LA SORPRESA.

Marisa y Juan se encuentran tomando el té.

Marisa: Estoy feliz que la nena traiga a su novio.

Juan: Se lo merece es una chica que cumple con sus obligaciones.

Marisa: Es inteligente, va a ser la mejor médica del país.

Juan: Te contó algo del muchacho?

Marisa: No, pero la veo tan enamorada, dijo que nos quería dar una sorpresa.

Juan: Seguro que debe estudiar con ella.

Marisa: Seguro, nuestra hija se junta con chicos de su clase social.

Juan: Que suerte que tenemos nosotros, nadie puede decir nada.

Marisa: En cambio de los de enfrente si que hablan viste, dicen que la hija es más rápida que el tren bala y encima sale con un negro que vende cadenas de plata en el once (se ríen los dos, entra la hija)

Juan: Ah, nena llegaste...

Marisa: ¿Y el chico? Hacelo pasar...

Juan: Decile que no sea tan tímido, que lo queremos conocer.

Nena: Bueno mamá, papá les presento a Tito (Entra y los padres se quedan con la boca abierta, él novio esta vestido de cumbiero)

Tito: ¡Aguante los pibes! (moviendo las manos)

Apagón.

DOMINADO.

Felipe se encuentra hablando por teléfono.

Felipe: Si mi amor... hoy vamos a lo de tu mamá... no... no me voy a ir con los chicos... que venís a buscarme... bueno mi amor... te espero. (entra Pablo)

Pablo: Como anda mi mejor amigo, hoy ponete lindo que salimos con los pibes y rompemos la noche.

Felipe: Pablito... no voy a poder ir.

Pablo: Pero que decís? Yo ya arregle todo con los chicos. Aparte hace cuanto que no salimos juntos...

Felipe: No puedo Pablito. Tengo que ir a lo de mi suegra.

Pablo: ¿No me digas que le dijiste que sí a tu novia?

Felipe: Sí.

Pablo: No ves que sos un dominado. Te lleva de las narices, donde quiere ella...

Felipe: Entendeme, no es fácil para mí.

Pablo: Ya sé, tengo una idea para que zafes.

Felipe: ¿Cual?

Pablo: La encerramos adentro del baño.

Felipe: Pero que decís... ¿estas loco? (llega Andrea)

Andrea: Hola mi amor... ¿Estas listo?

Felipe: Sí, sí. Para que voy a buscar una campera.

Pablo: Pobrecito, va como un perrito.

Andrea: Vos tendrías que ir a hacer lo mismo, en vez de irte a joder.

Pablo: Nena, no te metas en mi vida ¿queres?

Andrea: Pobre tu novia.

Pablo: ¿Que? ¿Que dijiste? No escucho, estoy sordo, estoy sordo.

Andrea: Sos de lo peor que hay. Porque no aprendes de tu amigo...

Felipe: ¿Vamos mi amor?

Andrea: Si vamos, dale que llegamos tarde.

Felipe: Chau Pablito, que la pases bien.

Pablo: Anda dominado, “sos un dominado”.

Andrea: Vos mi amor no lo escuches.

Pablo: Che Andrea te olvidas algo.

Andrea: ¿Que?

Pablo: La esclava.

Andrea: Tarado.

Felipe: Sos... no sos...

Pablo: Raja. Andate dominado... (Ellos se van Pablo toma el teléfono, se hace el tonto) voy a llamar a los chicos... Hola mi amor... como estas... ¿qué? ¿Que queres ir al cine? No... que voy a salir con los chicos, no... mira justo te llamaba para que salieramos los dos.

Apagón.

EL PASTOR.

Entra el Pastor con un libro en la mano.

Pastor: Hola hermanos, bienvenidos a la casa del Señor... no te sientas mal hermano... yo voy a hacer que encuentres la luz, hermano... Hoy con la fuerza del Señor vamos a conocer a un hombre que no puede caminar hermanos... y con la voluntad del Señor se levantara... (aparece el hombre que entra de rodillas, el Pastor le pone la mano en la cabeza y el tipo lo mira) Hermanos miren la voluntad del Señor, levántate hermano... levántate hermano... (el tipo se levanta y empieza a bailar) Gloria del Señor hermano, ve con el Señor hermano (Sale el hombre) Ahora tenemos una mujer que necesita de nuestra ayuda... silencio hermanos (entra ella como sonámbula) el Pastor te va a ayudar hermana... sal demonio de este cuerpo... sal demonio... (ella se mueve para todos lados gritando y haciendo gestos) hermana haz encontrado la paz, la luz... puedes irte hermana, ve con el Señor... (Ella se queda) ¿Qué pasa hermana? Ve con el Señor... (ella le tira la mano) ¿Qué pasa hermana?

Mujer: Son cincuenta pesos.

Pastor: Pero que dices hermana, esta es la obra del Señor.

Mujer: Más que obra del Señor, es una obra tuya chanta, mejor que pagues porque sino te traigo a la barra brava de Chacarita, escuchaste?

Pastor: (Mete la mano en el bolsillo y le paga) Amén Señor, amén que se acaba el curro...

Apagón.

IRREPETIBLE

Autor:* (c) *JESÚS ALEJANDRO GODOY*

Una sola vez y por única vez, nacerás; una sola vez y por única vez, morirás.

Y entre el principio y el final, todo el camino que has dejado atrás, todas esas sensaciones que llevarás contigo.

En un sólo instante, tus pulmones se llenarán de aire, y por primera y única vez, se escuchará tu llanto.

Por única vez, percibirás el misterio de la luz, del habla, del pensamiento… tu cuerpo empezará a funcionar, y tu mente por primera vez a cavilar.

Por única vez, darás un primer paso, y caerás; luego, seguramente caerás varias veces más, descubrirás el misterio de caminar, y dirigirte donde desees, y saborearás por primera vez el placer de la victoria, y de la superación.

Y saldrás a recorrer tu pequeño mundo; y los primeros recuerdos se grabarán en tu mente.

Y por primera y única vez, emitirás tu primer palabra, y después frases que serán acertadas; y otras… que tal vez por primera vez nunca querrías haber pronunciado.

Por primera vez, conocerás tus lágrimas, tus gritos, se presentarán tus miedos, tus sueños, tus metas… por primera vez.

De a poco irás creciendo, y con tu crecimiento, todo lo que lleves en tu alma también crecerá, por única vez.

Aprenderás a discernir, a optar, a decidir, a luchar, a esconderte, a renacer, a empezar una vez más… por primera vez.

Y después que los caminos que has transitado por la vida, estén plagados de huellas nuevas, solamente quedarás con tu cuerpo tembloroso, y tus pensamientos, por primera vez.

Y recordarás esos momentos, cuando todo lo ya vivido, era nuevo y misterioso; y tus decisiones, darán cuenta de la suerte que has escogido para llegar a tu sitio; y comprenderás por primera única vez, la verdadera dimensión de la palabra "Don".

Y recordarás, como en ciertas oportunidades, has sabido sobreponerte a los mayores desastres que te azotaron, como tus heridas sanaron luego de que esa persona partió, después del instante en que supiste que él o ella, jamás llegaría a ser parte de tu historia, luego que miraste los ojos de tu hijo, ver la luz por primera vez, o acariciaste el cuerpo desnudo de tus sueños, o descubriste el inmenso silencio en ti, que llevó a encontrarte para siempre contigo mismo; y por primera y única vez, comprenderás enteramente, lo que significa la palabra "Milagro".

¿Y que existe más allá de ti, de tus sueños, de mis sueños… que el deseo de un buen fin, y un poco más allá, la esperanza de una buena vida, después de ésta vida?

Pero antes…

Todo será por primera vez, antes que se vuelva una rutina, una carga, o una verdaderas salvación; donde todo… donde todo lo que decides, donde todo lo que dices, transforma tu vida, la vida de los que amas, la vida de los que tal vez no te agraden, o la vida de aquellos que nunca sabías que existían.

Y al final, en la soledad de tu silencio, con tu alma tan llena de dolor, tan repleta de amor, con tu mente llena de momentos que siempre te acompañaron, y recuerdos que quizá lamentaste, habrá un pequeño silencio entre tú y la oscuridad; y en un momento único e irrepetible, exhalarás tu último aliento por primera vez.

Y entre el principio y el final, todo el camino que has recorrido, y todas esas sensaciones…

SANTA PACIENCIA

hernanciafardini@yahoo.com.ar

No se que pasa, a pesar que lo intento, no me sale ada. Toda mi vida vivi frustrandome, cayendome con una piedra y otra piedra. Por momentos siento que todos estan emn mi contra, que e mundo me da la espada. Vivi de frustraciones, mi vida es una gran frustracion.

(pausa)

Sabes.. siempre quise actuar, las luces, la gente aplaudiendome.

Desde chiquito que lo siento. A mi vieja le dijeron siempre, tu hijo es un gran actor.

Hace un mes que estoy haciendo teatro, ... no se creo que descubri mi vocacion. Siento.. pasion, eso es lo que siento. Quiero subir al escenario y demostrar de lo que soy capaz.

Escuche que murmuraban...., decian que yo no servìa para esto. Tal vez sea cierto siento que no sirvo mas para actuar. Pero quien realmente sirve para algo.

No, no vo mas. Hay gente de mierda, son todos mecanismos de ilusion, grandes espejos de colores. Ademas me dí cuenta que no es lo mio.

(pausa)

El agua, el liquido mas puro del universo. Me gustaria aprender a nadar.

Estoy entrenando 3 veeces por semana, te juro que en el agua encuentro paz.... hasta lograr entrar en el equipo de natacion no paro. Espero uqe se den cuenta que puedo ser bueno.

No se, me aburri, es simpre lo mismo. Y siempre me corrigen,.. que queres volar.. si ni siquiera sabes caminar. Pero hay gente que dice que nacio iluminada.

No voy mas, tal vez mas adelante.. otro deporte por ahí. Hay gente que nace iluminada parece que ese no soy yo.

(pausa)

Siempre soñe ser util para la sociedad, el trabajo del medico es admirable... trabaja con lo mas primitivo del ser.. la vida.

Estoy emocionado, hoy es mi primer dìa en la facultad. Ya me gustaría que fuese mañana el dia de mi graduacion.

Hoy en anatomia empezamos a .. a trabajar con partes de cuerpos .. son de gente que muere en la calle. Nosotros los abrimos como sapos.

Dicen que lo primero que un medico tiene que aprender es a mantener la calma.

Deje la carrera, senti que no era lo mío... Decí que me di cuenta ahora, y no mas a delante, solo perdí dos años. .. Dos años.

(pausa)

Debe ser algo en mi, te jro que hay días que odio esta vida, que me gustaría que todo empezara otra vez. Sentir por primera vez en aire en mis pulmones, por primera vez ver la luz. Decir una palabra por primera vez, por primera vez caminar. Disfrutar mi niñez por primera vez. O simplemente, encontrar por primera vez una respuesta a esta vida que sigue transcurriendo en el tiempo.

(pausa)

Hoy a la noche salgo con Silvia, es nuestra primer salida oficial.

Tiene 10 años mas que yo. Creo que conocí a la mujer de mi vida....

En un mes les cuento como me fue.

(apagon)

“GRASA”

latramoyateatro@yahoo.com.ar

Autor José María Muscari (Sobre un trabajo de investigación con los siguientes actores: Juan Manuel Mendez, Juliana Muras, Leonardo Saggese, Javier Pomposiello, Natalia Giardinieri, Fernando Sayago, Florencia Sacchi, Natalia Segre, Paola Barrientos, Vanesa Maja)

PERSONAJES AZUR

SUÑA

CLAUS

EDIÑO ZURITA AMBASSADOR

TRISHA

EGLE

ESPACIO

Un espacio blanco muy reducido. Tres paredes. En la del fondo: una puerta de entrada. En el centro del lugar una mesa de metal. Contra la pared derecha un banco, también de metal, contra la izquierda dos sillas negras. Debajo de la mesa una pecera redonda y dentro un pez. Contra la pared del fondo una silla mas y a su costado un tacho de basura. Apiladas bolsas de residuos negras y un acrílico con forma de pizarra. El espacio es sintético, prolijo y limpio. La iluminación es clara, mucha luz de tubo.

SITUACION

En el lugar se encuentra Ambassador instrumentando música y cantando, Egle tramando algo, mientras Ediño se pasea por el lugar y Trisha lo observa. Suña mira fijamente a Azur. Este juega con un laser.

Lo que hablan a continuación casi no se escucha ya que dicha música esta a todo volumen.

(AMBASSADOR apaga el equipo y se dirige a EGLE. EDIÑO comienza el juego arriesgando palabras)

EDIÑO: Huevos

AZUR: Si

TRISHA: Ah esa película “huevos verdes fritos”

AZUR: No

EDIÑO: Alfalfa

AZUR: Si

TRISHA: Auto

AZUR: No nena, como va a ser auto

EDIÑO: Comida

TRISHA: Chatarra

AZUR: No

SUÑA: Ah el lugar que vendían hamburguesas con caca y gusanos.

AZUR: No, perdiste, shhhh, cerra el pico. (A EDIÑO) ¿Para vos Ediñito que era?

EDIÑO: Gallinero

AZUR: Si

TRISHA: Ah yo no lo agarre para el lado de la gallina. ¿Y adonde hay alfalfa en un gallinero?

AZUR: Y puede haber

EGLE: ¿Y entonces? …Ambassador solo tenes que ver como esta el panorama y volves…es la única posibilidad que nos queda…yo manejo la lengua…tumana capata tumana capa.

SUÑA: ¿Jugamos a otro? ¿Puedo jugar?

AZUR: Otro...Vomito

EDIÑO: Enjuague bucal

AZUR: Si

TRISHA: Esta te la cazo al vuelo, farmacia

AZUR: No

EDIÑO: Desagüe

AZUR: Si

TRISHA: Oveja

AZUR: No. ¿Como oveja? ¿Qué estas tonta?

TRISHA: Bueno para arriesgar

EDIÑO: Humedad

AZUR: Si

EDIÑO: Vapor

AZUR: Si

SUÑA: Ese lugar donde los punks bailaban cumbia

AZUR: No, perdiste otra vez, te dije que cerraras el pico. (a EDIÑO) ¿Para vos que era?

EDIÑO: Baño

AZUR: Si

AMBASSADOR: ¿Por qué no salís vos?

EGLE: Porque soy mujer…

TRISHA:… se podría haber dicho pasta de dientes, dentífrico

EDIÑO: Por que se pueden decir de las dos maneras

TRISHA: jabón, pipi-room, toalla, toallita.

EGLE: Dale, movete antes de que sea demasiado tarde. Te dije que te fueras ¿no entendes? ¡Anda!

TRISHA: Ambassador ¿qué haces con la venda puesta?

(Se escucha el timbre, EGLE se sienta rápidamente en la silla, AMBASSADOR se queda con la venda puesta y TRISHA a su lado. Se escucha a CLAUS gritando desde afuera)

CLAUS: Raja de acá negro de mierda, raja de acá.

(Entra abruptamente CLAUS usando una venda. Lo ve a AMBASSADOR con la venda puesta)

CLAUS: Sacate eso ahora que estas estupidizado. ¿Dónde pensás ir?

EGLE: Iba a ir a buscarte, como no venías.

CLAUS: Bueno ya llegue y no se puede ir afuera.

TRISHA: (a AMBASSADOR en voz baja) ¿Le pregunto qué pasó?

CLAUS: No hace falta que me preguntes, no me autorizan.

AMBASSADOR: ¿No?

CLAUS: No escuchaste que dije que no.

AMBASSADOR: (a TRISHA) No ves que me retan por tu culpa

CLAUS: Argumentan que no tienen comprobado fehacientemente cual seria mi destino definitivo.

AMBASSADOR: ¿Qué, ni por vía aérea nos dejan salir?

CLAUS: Si, por el aire queres que me vaya como un torpedo humano. Yo no se si sos o te haces???...Dicen que somos una raza extraña y para ellos somos importantes...sobre todo yo.

TRISHA: Nos tienen como clownes.

EGLE: Clones se dice. Clownes son payasos, ¿somos payasos?. No confundas el lenguaje Trisha.

AMBASSADOR: Para vos esto Claus no tiene solución. ¿No?

TRISHA: Si tiene, tiene...como no va a tener? Hay que creer en algo, claro que tiene.

CLAUS: No, no tiene.

SUÑA: Nosotros no queremos que nazca acá.

TRISHA: Callate Suña ahora con tus mierdas.

SUÑA: ¿Qué mierda? La mierda que jehova quiso, la que me mando en desgracia, que le voy a hacer.

TRISHA: No metas en esto la religión

SUÑA: Callate Trisha.

EGLE: ¿Que hacemos?

CLAUS: Esperar

EDIÑO: ¿Esperar que? ¿Hace cuánto tiempo que decís que esperemos acá?

EGLE: Mucho

CLAUS: Bueno esta vez nos proponen un arreglo

SUÑA: Arreglemos, listo así rajamos ¿no es lo queres Azur? ¿no es lo que queres cagon???

CLAUS: Dicen que si les abro los expedientes que ellos no comprenden y se los traduzco a su lengua...

EGLE: Vos no sabes traducir

TRISHA: Para

CLAUS: ...podríamos ir sumando puntos en kichu.

TRISHA: ¿Qué?

AZUR: ¿Que cosa kichu?

CLAUS: Kichu, es una especie de sistema nuevo que inventaron ellos para desmonopolizar, cada 2000 kichus uno de nosotros podría viajar.

EGLE: ¿Y cuantos kichus tenes acumulados?

CLAUS: 72

AZUR: uh…no llegas más…

EGLE: ¿Cómo 72? Me estas mintiendo me habías dicho que tenias unos 296, que estábamos por salir

CLAUS: Me confundí 72 kichus, son los que me corresponden por mi escalafón en el camión contenedor por el rastrillaje.

AZUR: Mucho rastrillaje pero no llegas más, nos vamos a quedar acá para siempre

AMBASSADOR: ¿Claus es verdad que vendieron el terreno que era de Rita, el predio ese?

CLAUS: Que hablas si no viste nada.

AMBASSADOR: Bueno si hablo es por que me gustaría ver.

CLAUS: (a EDIÑO) Viste el cartel de venta que te gustaba a vos...

EDIÑO: No me quiero acordar de ningún cartel de venta

CLAUS: Bueno lo cambiaron por otro quedo horrible. (Suena un timbre) Me siguieron (gritando) Rajen de acá hijos de puta yo laburo para ustedes. Rajen

AMBASSADR: SHHHHHH!!!!!!!!!! (CLAUS lo empuja y cae al suelo)

TRISHA: (susurrando) Ya paso chicos, siguieron de largo estaban yendo para la plantación de limoneros.

EGLE: No, es Zurita

CLAUS: (dialoga con AMBASSADOR en susurro) Esto me pasa por escucharte, no se para que te hago caso, te dije que tenia que haberme puesto una capucha para ir tan lejos

AMBASSADOR: Te la hubieras puesto si nunca me haces caso

CLAUS: (se agarra la cabeza) Ay...la puta madre. Afuera pican moscas verdes tengo una bacteria es como una puntada.

(EDIÑO introduce un objeto sonoro en una caja de metal)

CLAUS: (abriendo la caja y parando el objeto) Gracias hacen los monos. ¿Queres que te lleve al circo?

EDIÑO: No, no hay mas circos

AZUR: no le pegues a Ediño!!!, no le pegues , pegame a mi te digo…dale fajame…

CLAUS: (pegándole en la mano) Larga desagradecido de mierda, larga. (amenaza a todos con una espuma letal)

TRISHA: Claus deja eso por favor

CLAUS: Bueno a laburar entonces

EGLE: Bueno ¿empezamos? (TRISHA, EDIÑO Y SUÑA se acomodan alrededor de la mesa, menos CLAUS y AZUR. AMBASSADOR prepara el equipo). Hoy vamos a traducir un tema de “Ruphay”...R-U-P-H

TRISHA: ¿H?

EGLE: H-A-Y. El tema se llama “corre y corre que es así”

TRISHA: RUPHAY, speak in English Azur?. Parece english.

AZUR: Of course

EGLE: Si pero no es inglés resulta que es la lengua de los que viven a tu alrededor y la vas a tener que aprender para poder comunicarte con el afuera. (a AZUR) Y vos no hables así.

AZUR: It`s Ok

CLAUS: ¿Qué es eso de Ruphay? ¿Por qué no seguís con lo Rioplatense que ibas bien?

EGLE: Por que no, esto me parece mejor para nuestros objetivos y la docente soy yo, o ¿vos sabes traducir?

CLAUS: No

EGLE: ¿Vos me vas a enseñar a mi?

CLAUS: No

EGLE: ¿Empezamos Ambassador?

AMBASSADOR: Se me colgó el sintetizador (CLAUS ríe, EGLE le pega a AMBASSADOR) Perdón fue un chiste.

EGLE: No me gustan los chistes. Vamos a ir haciendo párrafo por párrafo, lo escuchamos y yo después se lo traduzco. Te podes callar Claus, ¿o queres dar clase vos?. Escuchen la introducción que es hermosa. Perciban lo fuerte que es como se va pegando al cuerpo. Esto es lo que sienten nuestros compatriotas, música de esta tierra, nuevos códigos. (AMBASSADOR canta en otro idioma mientras EGLE traduce la letra. CLAUS y TRISHA no participan de la clase)

EGLE: Hola a todos

Todos

Juntos

Aquí estamos todos

En tu casa vos estás

Mirando por la ventana

EDIÑO y SUÑA trascriben la estrofa virtualmente

EGLE: Por favor no molestar

Que estoy tratando de crear

EDIÑO y SUÑA trascriben la estrofa virtualmente

EGLE: Corre y corre que es así

El mundo esta por explotar EDIÑO y SUÑA trascriben la estrofa virtualmente

EGLE: Si esta es la zamba del terror Corre y corre que es así

EDIÑO y SUÑA trascriben la estrofa virtualmente

EGLE: Corta la música. ¿Qué pasa Trisha? No entendes

TRISHA: No, si estoy siguiendo todo

(Vuelven a tocar el timbre)

CLAUS: Volvieron

AZUR: ¿Che, no van a abrir?

ZURITA: (desde afuera) Abran locos lindos, soy yo

CLAUS: Seña...

EGLE: Dejala entrar.

ZURITA: Patovawaker

CLAUS: Contraseña...

ZURITA: No me acuerdo la contraseña. ¿Hombre rata puede ser?

TRISHA: Abrile es ella.

CLAUS: Puede que no sea ella, no entienden, usan esos distorcionadores, puede que estén imitándole la voz.

EGLE: Esta pobre gente no tiene distorcionadores de alta fidelidad

CLAUS: Callate. Nosotros somos una pobre gente, ¿de que lado estas?

EGLE: Del tuyo seguro que no paranoico…

CLAUS: (a la puerta) Señorita la contraseña

ZURITA: No de verdad no me acuerdo...

TRISHA: Si, si, es ella.

EGLE: Claus te estas psicotisando, abrile

CLAUS: Te quiero ver si matan a alguien (la tira violentamente contra la pared)

ZURITA: Claus los dos nacimos en el Materday

CLAUS abre la puerta de golpe y entra violentamente a ZURITA)

CLAUS: ¡Entra! A ver si se meten. Dale, entra

EGLE: No se va a meter nadie acá.

CLAUS: Bueno queres salir vos

ZURITA: Che locos, que pasaba que no me abrían??.Llego siempre a la misma hora, porque traban la puerta.

EDIÑO: Claus dijo...

ZURITA: El timbre ultrasónico no debe funcionar porque hace como diez minutos golpee y pensé que me había confundido de puerta.

EGLE: Vieron que era ella neuroticos., (a Clauss) vos los sos enfermas…

ZURITA: Casi me meto en la mansión de al lado.

AZUR: ¿Los Howard?

CLAUS: Shhhh. Borra los recuerdos (AZUR lo obedece) abandona la massmedia..

ZURITA: Un día de duro virgencita, no vendí ni una bolsita, no va el curro del pimentón, encima el primo de Juanca...

ZURITA: ...se entero que soy tu hermana y me tiro con un ajo gigante..

CLAUS: ¡El primo de Juanca!

ZURITA: dijo que te va a acuchillar si le seguís sacándole la clientela

CLAUS: Ven, ahí lo tienen y ustedes quieren salir.

EDIÑO: Tiene razón el primo de Juanca si le sacas la clientela

ZURITA: Para mi que estaba jodiendo.(intenta colgar el saco pero se le cae)¿Qué paso?

AZUR: Se te cayo el sacón le pifiaste al gancho

CLAUS: (a ZURITA)¡Cuidado ahí! No toques tonta…

ZURITA: Están muy encerrados acá chicos, tendrían que salir, me dan lastima, esta tan lindo afuera.

CLAUS: Acá también

ZURITA: Anoche tuve un sueño me traspire toda, hasta escenas de sexo oía.

SUÑA: No era un sueño.

AZUR: Shhhhhhh sucia

TRISHA: ¿Y nosotros cuanto hace que no tenemos sexo?

(AMBASSADOR hace ruidos guturales)

ZURITA: Claus afuera esta muy peligroso, vos sos el que no tiene que salir, no ellos.

CLAUS: Vos no vas a salir mas te lo prometo..

EGLE: Veni Zurita estamos aprendiendo una nueva lengua que nos va a permitir salir incorporate despacio.

CLAUS: Si, con tu lengua van a salir.

EGLE: No con tus 72 kichus Boliviano. Dale Ambassador. Pone play

(AMBASSADOR vuelve a poner la música. EDIÑO y SUÑA siguen la música menos TRISHA. Por lo bajo CLAUS atormenta a ZURITA por unas monedas de la venta callejera. EGLE se cansa y corta la música)

EGLE: Corta la música, ¿Qué es lo que pasa Trisha? ¿No entendes la traduccion?

TRISHA: No, no quiero entender, no quiero. No voy a traducir. No me gusta esto a mi. Yo soy de acá, soy gaucha, quiero ocupar mi lugar en la tierra, ¿me entienden?, bueno soy criolla.¿Me entienden?, soy gaucha. Ambassador vos al menos me entendes, soy gaucha, me gustan las boleadoras (este le da vuelta la cara, TRISHA va corriendo a la puerta y la abre gritando al exterior) ¡Soy Trisha Rosas. Descendiente de europeos. Criolla! (CLAUS cierra la puerta violentamente y la empuja contra la pared)

CLAUS: Trisha esos cabecitas negras son peligrosos.

TRISHA: Mentira, son buenísimos, Zurita me dijo que son los únicos que me entenderían.

CLAUS: ¿Estas loca?

TRISHA: Eso me quieren hacer creer acá

CLAUS: ¿Quién te metió eso en la cabeza?

TRISHA: Ellos no tienen la culpa de lo que nos esta pasando.

EGLE: No nos pasa nada, solo tienen que aprender su idioma y vamos a poder salir. Porque no me prestan atención, no se dan cuenta que yo tengo la capacidad de ayudarlos. No pasa nada en el afuera estoy segura…

AZUR: Paren che, dejen de hablar de política no ven que a Alf le hacen mal. ¿Alf, Alfito, estas bien? (se mete debajo de la mesa y le habla a su pez)

SUÑA: Vidrio molido le voy a dar de comer a tu pescado. Vas a ver vos y tu pescado.

AZUR: ¡Callate!

SUÑA: ¡Callate vos! ¡Callate!

(Todos se acercan alrededor de AZUR menos SUÑA, e intentan convencerlo de que salga)

AMBASSADOR: ¿Querés que vayamos a jugar al “escalectric”?

ZURITA: No le digas eso, si sabes que no tenemos la posibilidad de adquirir el escalectric, ¿Azur, queres venir conmigo a dibujar a Mr. Magoo Azur? No me enojo eh?

CLAUS: Siguen los recuerdos

EGLE: No te asustes, no era en serio.

TRISHA: ¡Si era en serio!

CLAUS: Todo esto que nos pasa es por culpa de esos negros

EGLE: Tuya, vos tenes el alma negra. ¿Queres que juguemos al juego de la vida o al estanciero?

CLAUS: Shhhhhh

EDIÑO: Dale Azur queres salir a la calle

CLAUS: ¿Así matamos a uno de esos a pedradas?

TRISHA: ¿Como le vas a decir eso?

TODOS: (cantan) Ay, hormiga negra...¿por qué llora el chango?

Por hojas de coca

Que anda cosechando

Venga usted a mi rancho,

Le daremos dos:

Coca para el chango

Que se me apuno

SUÑA: Me dejan a mí. ¿Puedo?. Azur ya sos un tipo grande ¿Podes salir huevon?

(AZUR sale de debajo de la mesa)

SUÑA: ¿Qué pasa ahora nenito?

AZUR: Nada

SUÑA: ¿Qué queres?

AZUR: Que venga Santa Claus con los regalos de Navidad.

SUÑA: Pero no es Navidad y no se dice Santa Claus en estas tierras, se dice Papa nuel. ¿Qué le pediste a papa nuel?

AZUR: Botines

SUÑA: ¿Cuándo calzas?

AZUR: 37

SUÑA: Que pata. ¿Cuántos años tenes?

AZUR: 14

SUÑA: Después vamos a ir a comprar unos botines numero 37 por que Papa Nuel no existe así que de ahora en mas todo lo que necesites me lo vas a tener que pedir a mi. ¿Estamos?

AZUR: Sí

SUÑA: Sí ¿qué?

AZUR: No se…¿sí mamá?

SUÑA: No… Si sabes… sí mi amor. Bueno ahora veni aca bobalicon que es la hora que tengo el calostro que me explota... (CLAUS se lo lleva a AZUR) Adonde te lo llevas. ¿Qué puede salir ahora?. Abrile la puerta si puede salir. Me lo vas a desnutrir pedazo de hijo de puta.

AZUR: Ella dijo que podía ir afuera.

CLAUS: Si, pero te esta mintiendo, no se puede ir afuera.

SUÑA: Claro que vamos a ir afuera, al centro comercial a comprar los botines.

CLAUS: Callate, no lo confundas mas, no hay mas centros comerciales.

SUÑA: Bueno al shopping vamos a ir entonces, mi amor.

AZUR: ¿Destruyeron todos los shopping?

CLAUS: Si, todos. Ahora venden los negros en la vereda

AZUR: ¡Uy! Pobres los negritos

EDIÑO: Ah..Dios me libre y me guarde con esta tipa

ZURITA: Chicos, ¿que es lo que esta pasando?

AZUR: Yo que se, esta hablando.

SUÑA: Para vos estoy hablando cosita, no estoy haciendo poesía, estoy hablando para vos.

AMBASSADOR: Bueno basta Suña, basta.

SUÑA: ¿Qué?

AMBASSADOR: ¿Vos queres pasar la vida así?

SUÑA: ¿Qué vida?

AMBASSADOR: Esta la que tenemos…Esto no es lo que yo quiero para los que me rodean. Por que no aprendemos de lo que nos cuenta Zurita, ellos no se hacen daño entre ellos mismos.

TRISHA: ese es mi hombre..

SUÑA: Vivir me hace daño

CLAUS: ¿Cuándo cuenta esos cuentos Zurita? ¿Cuándo yo no estoy? (se acerca a ZURITA como para golpearla)

AMBASSADOR: (tratando de cambiar de tema) ¿Claus me ayudas a acomodar el banco, que solo no puedo?

CLAUS: (a ZURITA) Te salvo el gong. (a SUÑA) Dale, salí.

SUÑA: (pasa por debajo del banco, se cruza con CLAUS) ¿No sacaron la basura hoy?

CLAUS: Por el olor a bosta parece que no. Ya te pareces a uno de ellos.

TRISHA: Paren che que esta el niño…

SUÑA: (refiriéndose a su cigarrillo) Toma Azur pita

AZUR: No, que asco.

SUÑA: No tragas el humo si no queres, haces así y lo escupís….fummador pasivo se dice…

AZUR: No quiero por que me va a quedar un aliento asqueroso como vos.

SUÑA: ¡Chau pucho! (apaga el cigarrillo) A ver que excusa me pones ahora.

CLAUS: Ediño, ya es la hora (CLAUS le muestra una pastilla y una botella)

EDIÑO: No, no la quiero

SUÑA: (a AZUR) Vos a mi no me vas a pasar

CLAUS: Ya es la hora, Ediño...

EDIÑO: No, no quiero

AZUR: (a SUÑA) Yo a vos te pase hace rato, fui y vine 20 veces…

CLAUS: Toma Ediño...¡Ediño! (CLAUS corre a EDIÑO alrededor de la mesa y la golpea)

ZURITA: ¿Qué pasó?

AZUR: Claus golpeo la mesa

CLAUS: Sentate

SUÑA: (sentándose en la silla libre) Acá estoy yo. Perdoname.

CLAUS: (EDIÑO se sienta en el piso) ¡Acá Ediño! La gente normal se sienta en sillas.

EDIÑO: Ahí no hay sillas, ahí hay un banco.

CLAUS: Por eso mismo vos no sos normal. Mira lo que me haces decir. Ediño te podes sentar acá. Vengan camaradas, amos a hablar....(todos se ordenan contra la pared, CLAUS sienta a EDIÑO a la fuerza, AZUR sentado en sus rodillas)

AZUR: (a EDIÑO)¿Te dolió?

EDIÑO: No ya pasa

CLAUS: (a EDIÑO) ¿Yo te hago mal?

EDIÑO: Y...si

AZUR: (con la cabeza hace no)

TODOS: No

EGLE: Si

CLAUS: ¿Crees que tengo que hacer otra cosa?

AZUR: (con la cabeza hace no)

TODOS: No

EGLE: Si

CLAUS: ¿Entonces?

EGLE: No la tomes

CLAUS: No la tomes vamos a ver que pasa

EGLE: No te va a pasar nada

(EDIÑO toma la pastilla)

CLAUS: Listo camaradas ya esta, gracias. Ves que no era tan difícil.(AMBASSADOR pone música, EDIÑO la escupe, quedan todos en stop hasta que CLAUS lo indica)...¡¿Qué!? ¿Y me la escupís en la cara?

EDIÑO: No en la mano

CLAUS: ¿Yo te hago mal?

EGLE: Si

TODOS: No

CLAUS: ¿Crees que tengo que hacer otra cosa?

EGLE: Si

TODOS: No

CLAUS: ¿Entonces?

EGLE: No la tomes ahora Ediño

CLAUS: Muy bien no la tomes

EGLE: No te va a pasar nada

AMBASSADOR: Tragala Ediño.

TRISHA: Te va a ser bien

EGLE: El no necesita tomar nada. Lo que necesita es ver el sol.

SUÑA: Pero tomatela un caramelito de mierda

ZURITA: ¿Ya esta Claus?

CLAUS: No sé, depende del señor Ediño, deci si, no te das cuenta que ella necesita oír tu voz….morboso

EDIÑO: ¡ Sí Claus!

CLAUS: Antes no me decías Claus. No podes ser tan injusto. Te das cuenta Azur ahora resulta que el malo de esta película vengo a ser yo.

AZUR: Y bueno, ¿Qué se le va a hacer Claus? Así es la vida…

CLAUS: Muy bien camaradas ya esta, gracias (canta solo)

AMBASSADOR: Estas desafinando Claus (lo repite dos veces)

CLAUS: ¿Adónde vas?

EDIÑO: A ningún lado, si no queres que salga, decís que es peligroso, adonde voy a ir.

CLAUS: (a EDIÑO) A vos nos. (a ZURITA)¿ Adónde vas?

ZURITA: A una fiesta, no quiero quedarme acá, afuera hay sol

CLAUS: Si no lo ves

ZURITA: Lo siento, me pega en la cara

CLAUS: ¿Qué fiesta?

ZURITA: A la fiesta del “Churrua”

CLAUS: ¿Quién te invito?

ZURITA: Mi amigo Juanca

CLAUS: ¿Ese bolita es tu amigo?. ¿Vas a una fiesta de esos?.

ZURITA: “Esos” a esta altura son mucho mas de acá que vos Claus. Adaptate.

CLAUS: Esos tienen una cultura oscura.

ZUÑA: y claro si son grones…(se rie sola)

CLAUS: No se dan cuenta que nos está arruinando la vida.

EGLE: La vida la tenemos arruinada hace rato basurera.

CLAUS: Se te cayo una vocal.

EGLE: La tire.

EDIÑO: ¿Y van a servir churros en tu fiesta del “Churruca”?

ZURITA: Ojalá que Juanca me de churros

CLAUS: Churros de sorete te van a dar. Vas a ver como te va a quedar la boca toda llena de mierda.

EGLE: Mentira. Seguro que guiso de chuño o de papa lisa Juanca te va a dar…anda tranquila vos que podes Zurita.

ZURITA: ¿Qué es lo que te pasa con Juanca?

CLAUS: Ediño decile lo que te enseñe de memoria

EDIÑO: Bien, mira

TRISHA: No le digas mirá

ZURITA: No, no importa

TRISHA: que animosidad…

EDIÑO: Las personas como nosotros tenemos un cuerpo y en el medio un excremento listo para salir. Bueno Juanca es lo mismo pero sin el cuerpo.

CLAUS: O sea...

EDIÑO: ¿O sea?

CLAUS: Un sorete, una mierda. ¿Qué pasa con el final si te lo enseñe bien?

ZURITA: ¿Todos piensan lo mismo?

EGLE: No

CLAUS: ¿Ambassador?

AMBASSADOR: ¿Qué?

CLAUS: ¿Qué pensas?

AMBASSADOR: No se

CLAUS: Ya se que no sabes por eso te pregunto. Que básico que sos. ¿Sos hombre o animal??(a ZURITA que intenta salir) ¿Qué haces nena? Ponete esos zapatos

ZURITA: No dejame salir

(en ese momento CLAUS y ZURITA se ponen a forcejear porque ella quiere salir. Y comienza una violenta pelea a la que se suma TRISHA, EGLE y AMBASSADOR, mientras sobre la mesa AZUR y EDIÑO comienzan a jugar una pulseada, SUÑA lo alienta a AZUR)

CLAUS: ¡Vos sos mi hermana de sangre y no voy a dejar que te metas en la boca del lobo!

ZURITA: ¡Maldigo la hora que soy tu hermana, me tendrían que haber ahogado al nacer!

CLAUS: Mira lo que dice esta discapacitada.

SUÑA: (empujando la mano de AZUR para que gane la pulseada) Muy bien....le ganaste!...Ya sos todo un hombrecito! (la pelea de los otros se disipa)

EDIÑO: Chulera!!!

SUÑA: ¿Andas tomando anabólicos Charles Atlas? Mira que dicen que después no funcas. Lo decís vos o lo digo yo papi.

AZUR: ¿Qué cosa?

SUÑA: Todo el mundo se dio cuenta como me miras, me desnudas con la mirada. Por la manera en que te comportas es evidente lo que sentís por mi. El jugaba con la pelota en la vereda, pateaba solo contra la pared. ¿Cómo se llamaba ese juego?

AZUR: Paredón

SUÑA: Paredón, paredón, paredón. No les voy a explicar a ustedes lo que son las paredes. ¿No? Tenía los botines completamente embarrados. Vivamos nuestra historia de una vez por todas. ¿A que le tenes miedo?

TRISHA: Suña la mierda de nuevo

SUÑA: ¿Qué es lo que pasa? ¿Qué pasa? Explicame por que yo te juro que voy a hacer un esfuerzo y voy a tratar de entender. ¿Es que no tenes trabajo?. ¿Es eso? Ese no es un problema. A mi no me vas a engañar tan facilmente. Acá no hay ningún problema. En esta casa siempre trabajaron las huerfanitas

AZUR: Ella no me entiende Ediño yo no me quiero casar

SUÑA: ¿Qué? Esto va a terminar mal aunque no quieras. Voy a llegar al registro civil de Santa Cruz de la Sierra si es necesario. Por que acá adentro hay descendencia tuya, hay proyectos, continua nuestra raza, y vos no vas a arruinarlo todo, vos no vas a quebrar la cadena generacional. Pero arruinar un pueblo, un país, la historia misma. (CLAUS la aparta) ¡Egoísta!

TRISHA: Para con la mierda Suña

SUÑA: Hay mira si yo fuera hombre y vos mujercita. Te veo con una pollerita, te la levanto te meto la tonja, como te va a gustar, que putita viciosa que sos, muy puta la nena. ¿Cómo le vamos a poner a nuestro vastago? ¿Cómo le vamos a poner?. (a CLAUS) Necesito que me traigas un nombre, un libro de los nombres, de los significados, yo hay uno que pense que me gusta mucho es Yanet.

AZUR: La LLanet...

SUÑA: No, la LLanet no, Yanet. Si a vos te gusta la Llanet proponelo como tuyo.

CLAUS: Ambassador dale pone

(AMBASSADOR pone un tema musical y todos se van uniendo a ese canto menos SUÑA que sigue gritando. Antes que finalice el tema SUÑA apaga la música) ZURITA: ¿Por qué cortaron? Estábamos bailando de lo lindo

SUÑA: A Azur no le gustan el posmodernismo, el prefiere lo regional...¿No Azur? Paredón y después (mira la botella que hay sobre la mesa)...Que grandota, me la chupo toda (la corre, CLAUS la guarda) ¿Qué? La apoye Claus, la apoye...(apaga las luces dejando el espacio a oscuras) Uyyyyyyyyyyyyyyyyyy

AZUR: No me gusta el cuarto oscuro

TRISHA: Basta Suña

SUÑA: (cantando) Sal de ahí mi nena chiquita, sal de ahí de ese lugar.

ZURITA: Que lindo

SUÑA: (cantando) Hay que llamar a Suña para que saque a la nena, Suña no quiere sacar a la nena, la nena no quiere salir de ahí. Sal de ahí mi nena putita, sal de ahí de ese lugar.

ZURITA: ¿Ya termino?

SUÑA: Mira Azur, mira lo que tengo para vos.

ZURITA: Yo pensé que continuaba.

CLAUS: Ediño antes no me decías Claus me decías Claucito. Como podes ser tan injusto.

EDIÑO: Señor Ediño usted tiene delirio lisérgico por andar fumando hilitos de banana.

CLAUS: No hables de eso ahora, no hay mas bananas.

EDIÑO: Me pase meses juntando hilitos de banana

CLAUS: Te hace mal.

EGLE: Habla de las bananas no te hace mal

EDIÑO: Armé una pipa de agua con hilos de banana.

CLAUS: No te pongas a recordar ahora.

EGLE: ¿Por qué no? Es bueno recordar.

CLAUS: Borra los recuerdos es por tu bien.

EGLE: Lo estas enfermando cada vez mas

CLAUS: No tenes corazón

EGLE: Mi corazón no es destructivo como el tuyo.

CLAUS: Ediño, te lo digo por tu bien.

EGLE: Ediño existe otra salida

CLAUS: ¡Pero que te pasa! Queres que los acribillen

EGLE: No nos vamos a quedar acá para siempre, Ambassador esta decidido a salir y comprobar que todo lo que decís es mentira

AMBASSADOR: No, yo no voy a salir

EGLE: Habíamos quedado que si, no pasa nada si salís. Ambassador podes ser el nuevo líder.

CLAUS: Acá hay un solo líder. Ustedes comen de mi bolsillo y del de mi hermana no los quiero oír cacarear.

ZURITA: ¡Esto es un asco!

TRISHA: Y claro Zurita tenes la costumbre de oler paredes y por ahí se va el meo de Ediño.

AZUR: (debajo de la mesa) Y la caca, viste Alfito que Ediño hace caca blanca.

TRISHA: Azur, Ediño hace cacona blanquita por que mastica coca.

SUÑA: No le hables como a un deficiente, por que parece pero no lo es. Azur, el tipo esta infectado, tiene la peste bubónica, la papa, el bicho, es terminal, se va a morir, el enfermo va a cagar fuego. ¿Entendes?

ZURITA: No me refiero a eso, me refiero a Ediño. Él esta acá, ¿o no se dan cuenta? Entiende, ¿o se creen que no los escucha? El siente, opera en nuestro universo y están hablando de él como si fuera un cacho de bofe.

CLAUS: ¿Y por que no salen? Abrí la puerta Egle si no pasa. Abrila, no tiene traba. Ambassador salí así te hacen fiambre chacinado.

AMBASSADOR: No Claus para yo no dije nada.

ZURITA: Claus, no les mientas más. Chicos afuera no pasa nada.

CLAUS: Callate, que podes saber vos lo que pasa afuera...

ZURITA: Ediño (tocando a EGLE)

AZUR: Ese no es Ediño

ZURITA: Si ya se Azur, la quería acariciar . Ediño ¿Te pasa algo?

EDIÑO: Hace mucho tiempo que ninguno de nosotros ve la luz del sol, Claus si, será por eso que él es rubio. ¿Cómo era la luz del sol Claus? Contanos, mentinos. Al sol lo recuerdo no tanto por su forma, sino por sus consecuencias. Me gustaba una chica nada mas que por la marca de la malla cuando estaba desnuda, y la temperatura que adquiría su cuerpo después de un día de sol. A mí me decían que usara factor 25. ¿Qué era eso?. El factor 25.

CLAUS: Borra

EGLE: Seguí

EDIÑO: En el mundo de un lado es de día y en el otro es de noche. Y de un lado es verano y del otro es invierno. Pero al cabo de unas horas donde era de día es noche, y donde era invierno...¿Qué era el factor 25?

CLAUS: Queres oír buena música.

EDIÑO: No

CLAUS: Si. Canta Ambassador la de amor (llama a AZUR) Azur veni sentate ahí arriba.

EDIÑO: ¿Qué era el factor 25?

CLAUS: Aire, aire no ven que necesita aire. (a TRISHA) Cuando empieza así le van a dar las convulsiones.

TRISHA: ¿De quien era?

AMBASSADOR: De uno de esos músicos que pasaron sin pena ni gloria. Como extraño la música de antes

TRISHA: Yo te extraño a vos.

AMBASSADOR: Yo extraño la paz.

SUÑA: Yo extraño Sucre

AZUR: Callate que no conoces ese país maldito..

EGLE: Afuera hay buena música solo tenías que animarte a salir.

AMBASSADOR: Claus ahora hacen todo con ese instrumento. ¿Cómo se llama?

CLAUS: Ya te lo dije mil veces, la citara

ZURITA: Ah era la citara no es un bicho

AZUR: No es la citara, es la cigarra

ZURITA: No, era la citara.

TRISHA: No importa

ZURITA: Ah la citara esta que arde.

(CLAUS saca vasos y alimento. Comienza a servir. Todos comen. Menos SUÑA)

AZUR: Ya era hora tenía un hambre

CLAUS: Bueno ahora vas a comer. (a SUÑA que dejo su alimento)1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8, 8, 8…(a Zuña) ¿Vos no comes? (toma su vaso)

TRISHA: Como extraño el campo, las vacas, el olor a bosta, atar el ternero, sacarle la leche, que ganas que tengo de comerme un bife de chorizo

AZUR: (al terminar de comer) Era muy poquito

CLAUS: Bueno es lo que podemos angurriento

AZUR: vos sos angurriento que te comiste 7 y 8..

CLAUS: Porque soy mas grande.. (ZURITA comienza a tararear una canción, todos se suman. EDIÑO termina de comer, al apoyar su vaso cae al suelo)

SUÑA: ¿Como le vamos a poner?

AZUR: No se mi amor

SUÑA: ¿Cómo no sabes? AZUR: No se mi amor

SUÑA: Pero hay otras cosas que si sabes, niño prodigio.

AZUR: Si, mi amor

SUÑA: Bueno, entonces no te hagas el mogo conmigo.

AZUR: Dejame mi amor

SUÑA: Si ni te toque, ¿qué te hice?. ¿Qué me tenes miedo cagon?

AZUR: No, mi amor

SUÑA: Me encantaría saber hasta donde sos capaz de llegar. A ver si cumplís lo que prometes cuando todos estos están durmiendo. Te subís al Aconcagua, o te vas a perder al triángulo de las Bermudas machito.

CLAUS: (en el suelo a EDIÑO) No estarás jodiendo ¿no? (EDIÑO se mueve)

EDIÑO: (acomodándose) No se puede ni dormir en este habitat

CLAUS: No es hora

SUÑA: Mira que si yo suelto la lenguita acá se arma. No me hagas hacer conventillo. Esto es una cajita de fósforos. Claro para el tipo es todo muy fácil. El tipo come, caga y no se cuantas porquerías más. ¿Y yo? ¿Y yo que? Yo no valgo, no existo para nada. No es así la vida, ¿sabes? Yo se que me entendes, aunque me mires con esa cara de pelotudito.

TRISHA: Bueno basta Suña es un niño no le hables así

SUÑA: Callate, me hartaste.

ZURITA: ¿Se cayo la bolsa de pan?

EGLE: No. Ella no tiene la culpa acá. El cobarde sos vos. Solo tenias que salir, porque no lo hiciste, solo había que salir. ¿vos te das cuenta que yo soy mas hombre que vos??Cobarde. ¡Cagon!.

AZUR: ¿Cuándo me moriré? (EDIÑO se sienta mirando a AZUR)

TRISHA: Ves lo que dice el niño Suña, ves estas enferma.

AZUR: (AZUR por lo bajo a EDIÑO) Me quiero morir como vos.

SUÑA: Lo apañan todavía al señorito, lordito ingles, después de lo que me hizo, yo no lo puedo creer pero mirenlo, mirenlo al dandy. Este tipo sabe defenderse muy bien solito. Así como me vacuno este hombre va a salir a la calle solo y sin vendas y si lo matan va a ser por su patria y por su identidad, sos argentino o no sos argentino...

AZUR: (en voz alta) Me quiero morir ahora.

SUÑA: No, sos argentino o no sos argentino. Chango!!! ¡Y a mucha honra carajo!. (SUÑA abre la puerta) Afuera, que se vaya, afuera. (CLAUS cierra la puerta, TRISHA y AMBASSADOR agarran a AZUR) Pero que pasa, están todos aburridos hoy, por que no se miran su propio ojete.

AZUR: Que guaranga, ves, eso a mi no me gusta.

TRISHA: Muy bien Azur

SUÑA: Perdoname, me pase

AZUR: Te pasaste y mucho de la raya.

SUÑA: Perdoname mi amor.

AZUR: No te perdono nada. Ya sos una mujer grande.

SUÑA: Si, mi amor.

AZUR: Si mi amor, nada, ¿que sos boluda huevona?

SUÑA: No, mi amor.

AZUR: Parece que si, dije que quería ver a Papa Nuel, soy un niño no me gusta que me rompan las ilusiones. Me chupa un huevo que no es Navidad.

SUÑA: Bueno ya le escribí la cartita. Queres que se la mandemos o queres que me ponga el disfraz…tengo la barba de papa nuel y todo..

AZUR: ¿Que tenes, caca en el mate?

SUÑA: Puede ser.

AZUR:¿Podes respirar mas bajo?

SUÑA: Disculpame, es que te veo tan grande, tan fuerte, tan viril. ¿No me perdonas? En una pareja hay que aprender a perdonarse las cosas. Vos siempre queres tener el control de todo. Yo siempre te perdono.

AZUR: ¿Cuándo?

SUÑA: Cuando chorreaste el helado por ejemplo. Te acordas cuando tomabamos helado.

AZUR: Mentira. Arrodillate o te rompo la jeta, te rompo la jeta. A mi no me gusta hablar así, ya estoy hablando como ellos….¿soy grande o soy chico??¿ya creci??..me da lo mismo.. ¿Cuándo me moriré?. Lo pregunto enserio. ¿Cuándo me moriré?.

SUÑA: No hables así

AZUR: Callate

SUÑA: ¿Por qué hablas así? Te hace mal, a vos, a mi, nos hace mal a los tres, porque ahora somos tres, tenemos que pensar en los tres, nos hace mal.

AZUR: Callate (le la espuma letal y la mata) Me hicieron calentar. Acá tienen la Navidad. Claus envolvela y ponela con los demás regalitos. Me cambian las luces quiero que sea Navidad. (CLAUS pone el cadaver en una bolsa plastica y la coloca con las demás bolsas, ZURITA enciende su grabador de mano y se oye “Antiguo dueño de las flechas” de Jairo. ZURITA abre la puerta y sale al exterior, EGLE intenta correr detrás de ella, pero azur la amenaza conm la espuma letal) Quedate ahí…sentate ahí te digo…(azur mira el afuera y luego los mira a a ellos) 1, 2, 3, 4, 5..

EDIÑO: ¿Qué contas?

AZUR: entre los 5 no hago uno (los rocia a todos con al espuma letal…todos mueren de inmediato…el se va)

fin

LAS SIESTAS DEL VERANO

Comedia de Leonardo Goloboff

Personajes CHIQUITO

LA MADRE (SARA)

EL NEGRO AGUILAR

ZUREÑUK

VICTORIA LA BLANQUITA PÓMEZ

EL CUARTETO FAMILIAR (En off)

El cuarteto familiar (tres violines y un piano) es telón de fondo, nexo de unión de las escenas y soporte evocativo, aunque por momentos – adquiera presencia protagónica. Dentro del género clásico - popular, no conozco obras compuestas específicamente para la reunión de estos instrumentos. Los temas musicales sugeridos serán, en consecuencia, transcripción o arreglo ad-hoc. Por supuesto pueden reemplazarse por otros que, a juicio del director, signifiquen mejor soporte para esta narración que se pretende cuasi musical.

Buenos Aires, marzo ’97 .Registrado en Dirección. Nacional del Derecho de Autor

(Expte.Nº 854.700).

LAS SIESTAS DEL VERANO MADRE-SARA: Hijo, ¿decime... y ahora, qué comés? ¿Ahora que ya no estoy, con qué te alimentás? Aunque comas solo... ¿te ponés siquiera un mantelito? ¿Te cambiás la ropa interior todos los días? ¿Estudiás bien? ¿Te vas a recibir de algo? Ay, hijo, cómo quisiera estar para ayudarte... no digo para controlarte... no hace falta... Para algo te eduqué. Y te di una moral. Y una religión.

Música judía, alegre y estridente (para “desdramatizar”). La Madre se quita el tapado y las alhajas. Queda vestida con una túnica blanca que evoca una mortaja. Chiquito tiende una mano en dirección a ella. Pero ya no hay nadie.

Chiquito - Durante la siesta, vaya uno a saber por qué, pero por lo menos a mí me pasa, durante la siesta es cuando mejor se duerme... Y cuando mejor se sueña. Sobre todo, en las siestas del verano.

Ingresa el primer movimiento del Concierto para violín y orquesta Nº 1, op. 26, de Max Bruch . Chiquito se sienta en una butaca alta y, con una ramita a modo de batuta, dirige la orquesta imaginaria. Mientras sigue la música en segundo plano, cuenta:

En mi casa, en el patio de atrás, tenemos una planta. Es un limonero. Cuando hay que curarlo, llamamos al negro Aguilar y lo dejamos solo en el patio. Una vez, mi vieja se quedó espiando por la ventanita de la cocina y lo vio, dando vueltas alrededor del limonero, hablando... rezando... o puteando....

La música cambia a valsecito criollo (por ej. “Un placer”, de Romero y Caruso).

Aguilar - ¡Quiero que te curés! ¡Si me fallás, te convierto en plantita de maceta! Yo sé que la patrona me está espiando... ¡No me vas a hacer quedar mal! Si estás embichado, no te echo la culpa a vos. Le hablo a los bichos... ¡Váyanse de acá, carajo! Vuélvanse a la tierra, métanse bien pero bien hondo y pásense, por abajo del tapial, al patio del dentista. Él tiene árboles grandes, árboles de verdad, no esta cagadita que da flores de azahar. Ahí van a tener comida pa’ un rato largo... ¿Me escucharon? ¡Rájense de aquí o los reviento a pisotones..!

Chiquito- Y bueno, ahí esta el negro Aguilar, en el patio, desembichando al limonero. O en el taller, cosiendo – cuando Aguilar quiere coser – y escuchando a Zureñuk, nuestro cantor de tangos.

Empieza el cantor Zureñuk. Canta Sueño de juventud, “a capella” y, luego de una estrofa, se oyen, afuera, piano y violines (Comienzo de la grabación del tema por Antonio Agri - CD “La conversación”).

Aguilar- La orquestita de los hijos del patrón, que ensaya todas las mañanas mientras nosotros laburamos, está tocando un tango. Raro... casi nunca tocan tangos. Siempre le están dando a música que no se entiende. Se lo pasan afinando...

Se oye al cuarteto en Capricho vienés, de Fritz Kreisler.

A veces igual tocan lindo los rusitos... Aguja, violín, tijera y piano, flor de ensalada!

La música seguirá un rato, de fondo.

Chiquito - Así pasamos los días... Entreverando los botones del taller para hacer enojar a Zureñuk, todo por una moneda que nos promete el negro Aguilar, escuchando estudiar a mi viejo y a mis tíos, en el comedor, para acompañar las películas del cine-teatro Español, durmiendo la siesta ... o yendo a la maldita escuela.

Se oye un viento terrible y ruidos de destrucción.

El día del ciclón no fuimos a la escuela. ¡No hubo clase! El ciclón, para mí, fue una fiesta. Anduve, sin permiso, por las afueras, cerca de la torre de las aguas corrientes, viendo techos volados y casas a medio caer... fue bárbaro! Camas, colchones, mesas de luz, radios y jaulas retorcidas llenas de canarios asustados, se apilaban al borde del cordón de la vereda. El cielo seguía gris y lloviznaba. ¡Daba miedo! Esa noche supe que Aguilar había bailado con la muerta.

Cambia la escena a baile de pueblo. Se oye el pasodoble Florcita de mi pago, de y por Feliciano Brunelli. Aguilar y una hermosa muchacha, bailan.

Aguilar - Te acompaño hasta tu casa.

Blanquita - Vamos.

Aguilar- Por aquí salimos.

Blanquita - Antes paso por el excusao.

Aguilar- Te espero.

Chiquito- Y esperó más de media hora. Cuando se cansó de esperar, le pidió a la prima que entrara al baño para ver qué le pasaba a la Blanquita. La prima le dijo: “El excusado está vacío”.

Aguilar- No puede ser. Si yo la vi entrar y no hay otra salida.

Chiquito - La prima le dijo: “Se habrá ido por la puerta. ¿Por dónde se va a ir? ¿Por la ventana?”

Aguilar- Por aquí no salió. Mirá que hoy no tomé ni medio litro.

Vuelve el cuarteto familiar. Toca Miniatura vienesa (marcha), de F. Kreisler.

Chiquito- A mí también, aquel día, se me ocurrió inventar mi propio fantasma personal. Entonces, nos repartimos el mundo: Yo hacía todo lo que había que hacer. Mi fantasma vagaba por mí en las siestas del verano.

Circo de pueblo. Aguilar es el payaso, mal trajeado, con el maquillaje transpirado.

Chiquito- Acá vinimos los dos.

Aguilar- ¿Qué dos?

Chiquito- Yo y él.

Aguilar- El burro adelante ... ¿Vos solo son los dos?

Chiquito- ¡Claro!

Aguilar- ¡Como agua e’pozo!

Chiquito- Nos vamos a ir al puente giratorio de la estación. Él quiere ver cómo dan vuelta las locomotoras y las enfilan para el otro lado.

Aguilar- ¿ Y los crotos que viven en el foso, bajo el puente?

Chiquito- Él los conoce muy bien... Es amigo de todos los linyeras. Estando con él, yo ya no tengo miedo.

Aguilar- A mí no me jodés. Vení pa’acá. A mí decime toda la verdad. ¿Ustedes son uno o dos?

Chiquito- A vos te digo la verdad. Yo soy quien soy y él es él. ¿No ves que somos dos?

Aguilar- Cuando todavía era chico, me hicieron escuchar la radio. Yo primero dije que eso no podía ser verdad, que no podía ser que un cristiano hablara adentro de una caja. Después, con el tiempo, lo tuve que creer. Ahora ni discuto. La radio es como la viuda que flota en la tranquera o la chancha que llora o la luz mala o el quejido de los difuntos en el cementerio si no les llevás flores... Mirá entonces si no te voy a creer que ustedes son dos... De paso, te lo digo: éste hizo un desastre en la carnicería y lo está buscando el padre de la Raquel, el carnicero. Dijo que lo va a correr con la cuchilla grande y que lo va a achurar..!

Chiquito- No va a poder...

Aguilar- Que no va poder... Le entierra la cuchilla y se la revuelve adentro...Vos no lo conocés. Éste sí.

Chiquito- Éste, como decís vos, cuando quiere, se hace humo... y si se le da la loca, se mete en la nariz del carnicero y lo hace ahogar, hasta que, al final, le tiene que sacar la cuchilla del cuerpo y la herida cierra sola.

Aguilar- Está bien, si ya te creo. ¡Era pa’ probarte! ¿Y a éste lo vas a llamar “él”?

Chiquito - ¿Y si no? Le pensé varios nombres... el Pelado, Solito, el Ángel... qué sé yo...

Aguilar - Ponele “el Cumpa”...

Chiquito - ¿Y eso? ¿Por qué?

Aguilar - Ponele el Cumpa, haceme caso... ¿o todo tiene que tener porqué?

Chiquito - Y bueno, si a él le gusta...

Aguilar - Si no es aparición rebelde, le va a gustar... ¡El Cumpa! ¿Ves? Teniendo nombre es otra cosa... ¡Y que no venga alguno a decirme que ustedes no son dos o que la radio no existe... a mí, que bailé con la hija e’ la Victoria!

Cambio de escena. El cuarteto, afuera, toca la Danza Eslava Nº 2, de Dvorak.

Aguilar- Señora, perdóneme el incordio, pero necesito hablar de algo con usted. Yo bailé con su hija, en el baile del clú; la acompañé hasta el excusado y no volvió a salir.

Victoria - ¿Y eso cuándo fue?

Aguilar- Fue antenoche.

Victoria - No puede ser, no sería mi hija.

Aguilar- ¡Era la Blanquita Pómez, créame!

Victoria - Si ya no tengo hija... A la Blanquita, hace dos años, la dejé en el cementerio.

Aguilar y Chiquito en el cementerio.

Aguilar- Ésta es la tumba. Y éste es mi chaleco, el mismo que le presté a la Blanquita pa’ que no tuviera frío. ¿Qué me contás? Era así de cierto... Me pasé la noche bailando con una muerta que se levantó del cementerio, vaya uno a saber ... Y te voy a confesar: la llegué a querer, no pa’ la joda... pa’ casarme. Y bueno, hago de cuenta que me casé y ya está. Estoy casado y soy viudo. Todo al mismo precio... Qué más le da a Aguilar si su mujer vive o está muerta... ¡ Pa’ lo que tenemos que hacer juntos!

En el taller. El cuarteto ataca la Serenata del Angel, de Gaetano Braga.

Zureñuk - Pa’mí el que mejor toca es el mayor!

Chiquito- Qué va a tocar...!

Zureñuk - El que mejor toca es el hijo del patrón. El rusito chico, no. Recién está aprendiendo…

Chiquito- Mirá si ahora vas a entender de música de estudio vos también... ¡Todos, mi viejo y mis tíos, son hijos del patrón!

Zureñuk - Mirá la novedá, todos son hijos del patrón. Y, entonces, qué?

Chiquito- Entonces, es muy fácil, el que mejor toca es un hijo del patrón..!

Zureñuk - ¿ Y yo qué dije..? Qué sabés vos...

Chiquito- Vos no dijiste un hijo del patrón... vos dijiste el hijo del patrón ... una cosa es un artículo indeterminado y otra cosa un...

Zureñuk - Me querés marear con palabras de ida y vuelta. ¡Vos te creés que con palabras arreglás la vida..!

En el circo, después de la función. Sigue el cuarteto con Serenata del Angel, de Braga.

Aguilar- Los mandé a llamar, Chiquito. Pa’ avisarles que me voy.

Chiquito- ¡Vamos con vos!

Aguilar- ¿A dónde van a ir?

Chiquito- ¿Y a dónde te vas vos?

Aguilar- Yo me voy del pueblo. Me tengo que ir del pueblo. Me persiguen y me tengo que escapar.

Chiquito- Mirá si a vos te van a perseguir...

Aguilar- No es a mí solo... a muchos más. A ustedes dos se los tengo que decir. Yo nunca fui payaso. Me disfracé pa’escabullirme, pero ya me descubrieron... y me tengo que escapar.

Chiquito- ¿Cómo que no sos payaso? ¿Así me lo decís? ¡Escuchá, Cumpa, me dice que él no es payaso! ¡Por primera vez me engaña! ¡Cumpa, el negro se volvió loco!

Aguilar- A lo mejor...

Chiquito- ¿Y yo, qué voy a hacer solo?

Aguilar- Vos no te quedás solo. El Cumpa siempre está con vos.

Chiquito- ¡No! Yo también quiero que lo sepas: si vos te vas, el Cumpa va con vos.

Aguilar- No, no hagás eso; no hace falta. Yo me arreglo solo. Ya habrá alguno que me podrá ayudar.

Chiquito- Yo quiero que te lleves al Cumpa. Yo ya no lo necesito y a vos te va a cuidar. ¡Cumpa, andate, andate porque yo me quiero quedar solo! Andate con el Negro y si el Negro vuelve, si el Negro vuelve al pueblo, te volvés con él. Ese día, de nuevo, cuando nos encontremos, vamos a decidir si vos y yo seguimos siendo el mismo que supimos ser.

El Negro abraza, besa a Chiquito y parte. Con un gesto, Chiquito le entrega al Cumpa..

¡Qué se le va a hacer! Como decía el negro Aguilar, pa’ sufrir ha nacido el hombre y la bestia... que es mujer. Se me llevó al Cumpa y me dejó... ¡Nada! Una estampita del santito... Y bue...! ¡Habrá que aprender de nuevo a vivir solo!

El cuarteto ataca Alter Refrain, de F. Kreisler. Zureñuk y Chiquito en el taller.

Zureñuk - Enhebrar una aguja no es pavada... aunque le hayan pasado mil camellos...

Chiquito- A mí me lo decís... (Trata de hacerlo).

Zureñuk - Vos no tenés que mirar el agujerito. Tenés que mirar el hilo. La gente que no sabe trata de embocar el hilo adentro del ojo de la aguja, pero es justo al revés. Hay que mirar el hilo, bien fijo, y arrimarle la aguja... despacito hasta la punta, eso sí, si primero la mojás con la saliva. Total, vos del otro lado de la aguja lo ponés al Cumpa y que él se encargue de tirar del hilo... ¿O ustedes no son dos?

Chiquito- Me estás tomando para el churrete... Yo nunca voy a enhebrar hilos ni agujas...

Zureñuk - Yo sé lo que te pasa a vos... ¿No preferís que te cante un valsecito?

Chiquito- Y sí... dále, cantame el de la “pulpera de Santa Lucía”.

Zureñuk (Canta) - “Era rubia y sus ojos celestes

reflejaban la gloria del día

y cantaba como una calandria

la pulsera de Santa Lucía”

Chiquito- Aguilar no lo cantaba así. El decía “la pulpera de Santa Lucía”.

Zureñuk - Vos sabés que yo no puedo pronunciar dos P seguidas. Si digo Pu después no puedo decir “pe” y tengo que decir “se”. Por eso me sale pulsera. No puedo...

Chiquito- Aguilar podía decir lo que quería...

Zureñuk - Así le fue...

Chiquito- No te entiendo... ¿Qué sabés?

Zureñuk (Canta)- “Le cantó el payador mazorquero/ con un dulce gemir de vigüelas,/ en la reja que olía a jazmines/ en el patio que olía a diamelas”

Victoria y Chiquito, en la habitación de éste. El cuarteto toca Rondó gitano, de Haydn.

Victoria - Te podés ir levantando... ¿Sabés qué vas a comer hoy? ¡Asado al horno!

Chiquito - ¿Quién lo hizo?

Victoria - ¿Cómo quién lo hizo? Quién va a ser... ¿Acaso tu mamá cocina?

Chiquito - Como vos no... Ella no se toma el trabajo de cortar la cebolla y los ajíes redonditos...

Victoria - Es cuestión de tener mano... pa’ todo hay que tener mano. Decime, Chiquito, te lo quiero preguntar... si no lo tomás a mal y no le alcagüeteás a tu mamá... Acordate que yo te corto la cebolla redondida como a vos te gusta.... Porque hay que tener mano... ¿no?... y de eso a vos te sobra...

Chiquito - ¿Qué me querés decir? ¡Dale, Victoria! ¿Por esa pavada me viniste a despertar?

Victoria - No, no es eso... es otra cosa... Decime, pero a mí no me mintás ...decime, ¿cuando te estás haciendo la del mono, vos pensás en la Blanquita?

Chiquito - ¡Te volviste loca, Victoria! ¿Sabés de qué me estás hablando?

Victoria - Cómo no lo voy a saber. ¿Quién te creés que te lava los calzoncillos y las sábanas..?

Chiquito - ¡Hoy te levantaste con todo..! ¿Qué te pasa?

Victoria - ¿Qué me pasa? Que me contaron que el negro Aguilar y vos anduvieron una noche en el cementerio, hurgueteando en la tumba ‘e la Blanquita.

Chiquito - ¡Hurgueteando, no!

Victoria - ¿Y entonces?

Chiquito - Aguilar había bailado con la Blanquita...

Victoria - Eso ya lo sé...

Chiquito - ... y esa noche fue a buscar un chaleco... Pero, decime, a la final... ¿quién te trajo a trabajar aquí?

Victoria - ¡A ver si todavía le tengo que dar gracias al coso ese..! ¿Sabés lo qué? Ese... ése se inventa más mujer que vos... ¡Y ya es bastante de decir!

Chiquito - ¿El negro..? ¡Qué se va a inventar! ¡No lo conocés!

Victoria - ¡Sí que lo conozco! Decí que me ganaron de mano, pero cuando yo lo agarre, si es que vuelve, le voy a sobar bien el lomo, pa’ que también él me conozca a mí!

Chiquito - ¡Si él te corre con la vaina y arrugás!

Victoria - ¡Me arrugo de la risa! ¡Te la pongo de testigo... Blanca, vení!

Chiquito - No, no la hagás venir... ¡A la Blanca, no!

Victoria - ¿Le tenés miedo a una muerta?

Chiquito - Qué miedo... Lo que me da... es otra cosa.

Victoria - Más a mi favor..! ¡Blanca, vení!

Chiquito - Si la hacés venir, la corro con el rifle.

Victoria - Con qué vas a correr... con el pirulín cortado... vas a correr vos.

Chiquito - Zureñuk me enseñó a tirar...

Victoria - Mirá, Chiquito, a mí me podrás tirar... pero si le llegás a meter bala a la Blanca, la bala se te prende fuego y a vos te agarra una locura incurable que te tienen que llevar al manicomio de los locos...¡Cebollita te van a dar! ¡Meter bala! Te pego un rebencazo en la cabeza que te dejo loco yo... Te corro con la cuchilla engrasada, te sobo bien abajo... te corto lo que tenés ahí... y vas a ver cómo no me manchás más los calzoncillos...¡Blanca, vení! ¡Vení carajo! ¡Es tu madre la que llama!

Chiquito - ¡Si llega a venir la Blanca, la dejo sola con vos y yo me voy!

Victoria - Qué te vas a ir... No vas a poder. Cuando viene un alma del otro lado, aunque más no sea mi hija, se te paraliza el cuerpo entero y no podés dar ni un tranco e’pollo.

Chiquito - Bueno, nos quedamos los dos...

Victoria - ¿De qué dos me estás hablando?

Chiquito - El Cumpa y yo... éste y yo.

Victoria - ¡Ahí si que te agarré! Si el Cumpa se lo diste a Aguilar... Y, aunque estuviera aquí, a mí no me vas a correr con una sombra, a mí que me crié entre aparecidos... mirá si a mí me vas a asustar vos..!

Chiquito - ¿Hacemos una cosa? Si vos te callás la boca, dejamos las cosas como están...

Victoria - Vos querés la chancha, los veinte y la máquina de hacer chorizos...

Chiquito - ... y el choricero en la puerta...

Victoria - Si no te sacás esos pensamientos, vas a terminar mal...

Chiquito - ¿De qué me hablás?

Victoria - Te conozco mascarita... Me represento a dónde vas... El choricero en la puerta...

Chiquito - Pero así es el dicho... ¡Victoria, no te ofendas; si vos sabés que yo te quiero..!

Victoria - ¡Asigún cómo me quedrás! A ver si un día de éstos, a la siesta, me fantasiás a mí en tus cubijas... ¡Pobre de vos..!

Chiquito - ¡No! ¡Claro que no! A vos te quiero, te quiero, pero para cocinar.

Victoria - Está bien. Aquí no ha pasado nada... Está bien. Yo te corto la cebolla y el ají en rodajitas... pero vos ya sabés... con la Blanca, no... en la cama, no... (Un tiempo) Si andás buscando ayuda me tenés a mí... conmigo no precisás usar de tu pura fantasía... A tu mamá ni una palabra, eh... Y no te toquetiés más la pinchila porque se te va a caer como ceniza y te vas a convertir en mujercita... Dónde se ha visto que alguno se haga hombre a mano... Mirá estas ancas... todavía están duras como piedra... y no son de fantasía... ¡Tocá, tocá..! ¡Son de verdad!

Chiquito - ¡Tenés olor a cebolla y perejil ..!

Victoria - Si te lo comés con la otra carne, con ésta también te va a gustar!

Chiquito - ¿Querés que cierre las cortinas?

Victoria - ¿Pa’ qué? Si al final, lo que vas a cerrar son los ojos... ¡Dale, apurate de una vez! Levantá esas frazadas antes de que se me pase la comida y vuelva tu mamá...

El cuarteto ataca la Serenata, de Toselli (Después del solo de chelo, a unos 20” de iniciado el tema). Aparece un monje, todo de negro, con capucha. Lleva un alfiletero en la cintura, como el de Aguilar.

Madre (desde un lateral) – Chiquito, hijo, acordate que nosotros te dímos una religión (Desaparece).

Monje - Oíme, hijito, te estás criando en la amargura y el pecado. Estás partido por el medio, partido en dos.

Chiquito - ¿Cómo lo sabés?

Monje - En nuestra iglesia de campo sabemos muchas cosas... uuuhhh, no te imaginás.... En un tiempo, yo fui monje de la orden de los frailes emplumados y, desde arriba, pude ver cómo el verano se consumía en una sola llama. A vos te vi en el centro. Al principio, tenías un ladero. Pero, después, cuando reventaron las brasas y el fuego se comió todo, te vi solo. Vi que tu amigo negro se había escapado y vi centellas queriendo mordisquearle los garrones. También vi refucilos y escuché truenos tremendos haciendo el cuco pa’ los chiquilines. Pero tu amigo, el negro, estaba en yunta. Tenía con él al Cumpa que le pasaste vos cuando dejó este pueblo. Y ese Cumpa lo llevó a otros lugares donde hacía años que se había apagado el fuego. Por eso tu amigo se salvó. ¡Clarito como l’agua del aljibe del patio del fondo de tu casa! ¡A ver si me entendés..! ¡Tu amigo se salvó! Gracias al Cumpa. Por eso pudo volver. Con el Cumpa. Y está aquí. ¡Con el Cumpa, pegadito a vos! ¡Pa’

que cada uno esté con cada cual! ¡Hijuna gran puta! ¿Es que ya no me conocés?

El monje se quita la capucha. Cesa la música. Es el negro Aguilar. Chiquito queda paralizado. Aparece la Blanquita Pómez.

Blanquita - ¡Hijuna gran puta serás vos, negro i’ mierda!

Aguilar - ¡Blanquita, no me digás que te resucitaste otra vez!

Blanquita - ¡Lo que te voy a decir otra vez y una y mil veces es que te olvidaste de mí en el cementerio!

Aguilar - ¡No, no es cierto! Fue en el baile del clú. ¡Si vos eras ánima encarnada!

Blanquita - Te escondiste en la sótana de un fraile emplumado... ¡Claro, si no tuviste piedad ni de una muerta!

Aguilar - ¡Yo te quise! Tanto que enviudé de vos antes de casarme y nunca más afilé con ninguna de este lado..!

Blanquita - Lo único que te importó fue recuperar tu chaleco... como si hubiese sido prenda fina.

Aguilar - Yo siempre fui hombre formal... hombre de aguja...¡No me desmientan, perros del estiércol! ¡Dejen de torear!

Blanquita - ¿Dónde hay perros?

Aguilar - Vos no los podés oir, pero pa’ mí están claritos los ladridos... ¡Salgan pajarracos! ¡Fuera, carroñeros!

Blanquita - ¿Y dónde hay pájaros?

Aguilar - Vos no los podrás ver, pero sabés cómo me están desparramando el pelo!

Blanquita - ¿Me vas a decir que vos ves y oís más que yo, que soy finada?

Aguilar - Si me lo pasé curando limoneros embichados...

Blanquita - Te llevaste tu chaleco y no dejaste ni una flor!

Aguilar - ¡Fuera, gusanos..! ¡Fuera, que aquí ninguno tiene apuro!

Blanquita - Me juraste amor por vos y por toda tu progenie!

Aguilar - ¡Dejame, Blanca! Hoy no te puedo atender... ¿no ves que estoy con el nieto del patrón? ¡Váyanse de aquí, pescados de pantano!

Blanquita - Escuchame, negro, ¿vos te creés que me vas a distraer con fantasías que no existen?

Aguilar - ¡ Mirá que aprendiste cosas, ché Blanquita!

Blanquita - ¡Y vos no aprendiste nada! ¡Cornudo!

Aguilar - ¡Cornuda será tu madre que me atendió p’ al culo! ¡Tomá! (Da un cachetazo al aire. Se oye una explosión, seguida de un gran viento.)

Blanquita - ¡Serás fraile, pero ya no hay ni purgatorio pa’ vos, borracho! ¡Mirá que pegarle a una mujer que ya no se puede defender!

Desaparece.

Aguilar - ¡No, Blanquita! ¡No te evaporés de nuevo! ¡No te levanto más la mano! ¡No había perros, ni pájaros, ni peces! ¡Blanquita, no me dejés solo! ¡Ni gusanos había..! ¿Sabés qué pasa, ché Blanquita..? ¡Vas a tener que volver... seguro que un día de estos te vi ‘ a necesitar..!

Ruido de viento y destrucción. Ligado, se escucha un piano, practicando la Sonata Nº 14, Op.27, Nº 2 , de Beethoven.

Chiquito - Mi tía está sola, tocando el “Claro de luna”. Mi viejo y mis tíos deben haber salido. Ellos son hombres... Mi tía toca sola.

Aguilar - Tu tía no quiere que nadie toque por ella. Mientras se ufane en conservarse así, soltera...

Chiquito - Antes no era así... Un día se embarcó en el “Vapor de la carrera”. En Montevideo la esperaba un tío abuelo, muy rico, que trabajaba pieles... pero cuando fueron al puerto, mi tía no bajó. La buscaron por todo el barco, en la bodega... hasta en la sala de máquinas... el camarote estaba vacío... la valija había desaparecido... ni un pañuelito... ni una carta...

Aguilar - El Zureñuk le arrastraba el ala...

Chiquito - Como al mes, apareció en la estación. Se tomó un coche de alquiler y llegó a casa. La valija estaba más liviana y tenía una de las correas desprendidas. Le sirvieron té con bizcochuelo seco y no le preguntaron nada. Fue ese día que empezó a estudiar el “Claro de luna” y, cada vez que queda sola, lo toca en el piano del comedor grande...

Aguilar - Zureñuk, al final, se cansó de arrastrarle el ala...

Chiquito - También ...

Aguilar - Y claro...

Chiquito - Claro...Claro de luna!

El cuarteto ataca Hopak, de Mussorgsky.

Chiquito - Ahí están todos, otra vez.

Aguilar - Y... yo sé bien qué jodido es andar solo.

Chiquito - ¿Vos andás solo? ¿Y yo?

Aguilar - Vos tenés al Cumpa. Ustedes, por lo menos, andan de a dos. De a tres no sirve... Por eso hace unos días que vengo con ganas de cambiar de aire... aunque no me corra nadie.

Chiquito - ¿Y a dónde vas a ir, ahora que recién volviste?

Aguilar - A conocer más gente, como hizo tu tía... Quién te dice que no encuentro un hijo al que ando rastreando. No vayás a pensar que él está como la Blanca Pómez. No, el que yo busco está vivo... tiene pelo negro como el padre... y es un monigote de kermesse... por lo trompudo, digo. Yo me acuerdo, la pucha si me acuerdo, por eso no me entrego...

Chiquito - Pero yo quería que te quedaras. Con el tiempo me ibas a ayudar a que mi viejo y mis tíos dejaran de tocar esa música aburrida que tocan cada vez que llegan las siestas del verano.

Aguilar - Vos sos como sos y ellos son como son ellos. Mirá si yo les voy a cambiar su música...

Chiquito - Yo sé que sos capaz... Si estás cambiando el mundo.

Aguilar - ¡Qué voy a cambiar! ¿Yo y cuántos más? Apenas si puedo toquetear la corteza de las cosas y, cuanto mucho, cambiar algo de sitio... Total, si parpadeás, todo se vuelve a acomodar y hay que empezar otra vez... Si apenas soy una visita en la vida de los otros, pego unas pitadas, charlo un poquito y ya me voy... Si es un estornudo nomás lo que duramos las visitas... Escuchá ...¡achís..!

Chiquito - Te largaste a hablar por si me olvido que sos vos el que se quiere ir...

Aguilar - Si yo me voy, vos te quedás con el Cumpa. Espero que algún día se recuerden bien del negro Aguilar y su visita...

Chiquito - ¿Y nos encontraremos otra vez?

Aguilar - ¡Pero, claro! El día que saltés como renacuajo y te convirtás en rana.

Chiquito - ¿De qué me hablás?

Aguilar - De un salto... que es mortal.

La escena cambia. Chiquito tiene su atención puesta en algo que no se ve, de frente al público. Aguilar y Zureñuk, de espaldas, ocultan lo que tiene Chiquito entre sus manos. La instalación del cuadro será todo una ceremonia. El cuarteto ensaya durante toda la escena. La música llega en ráfagas (quizá la Danza Húngara Nº 6, de Brahms).Aparece la Madre-Sara, en un costado, bajo una luz puntual.

Madre – Chiquito, hijo, ¿qué hacés con esos dos?

Aguilar – (Hablando al cielo) Déjelo, doña Sara, si nosotros lo cuidamos bien.

Zureñuk – (ídem) Si no se desprende de su hijo, no va a terminar nunca de morirse en paz.

Chiquito - ¿Empezamos?

Aguilar - Dale, empezá vos, si te animás...

Zureñuk - Tomá, cortá (Le entrega un cuchillo) Se va a animar...

Aguilar - Ponela bien de espaldas... Estirala bien.

Zureñuk - Cortá, hombre, cortá. ¡Metele el cuchillo en la panza!

Aguilar - ¡Ay, que me duele a mí!

Chiquito - Lo que pasa es que no entra el cuchillo...

Zureñuk - No tengás miedo... Con el golpe que le di... Está dormida...

Aguilar - Que no salte la sangre para aquí..!

Chiquito - Ahí se lo clavé.

Los tres están concentrados en su objeto. Ingresa una enfermera. Es la Blanquita. Trae una bandeja con el instrumental. Enciende un mechero, para calentar los instrumentos. Ellos se sorprenden por la aparición, pero de inmediato la incorporan a la escena. Coloca barbijos a los tres y a Chiquito un gorro alto, de chef.

Aguilar - ¡Mirá la de cosas macanudas que te enseñan en la escuela ..!

Chiquito - Le corté la tráquea. Se quedó quieta... Y el esófago también...

Zureñuk - ¡Desgraciado! ¡Le llegaste al corazón!

Aguilar y Zureñuk levantan las manos, como los cirujanos, tintas en sangre. Blanca se las limpia con un mantel de cocina.

Chiquito - Aquí tiene el lóbulo olfatorio...

Zureñuk - ¡Ésta ya no huele más..!

Aguilar - ¡Callate, no seas animal!

Chiquito - ¡Dejalo, Aguilar... no le hagás caso! Aquí tiene el pulmón... tiene uno solo...

Aguilar - ¿Puedo fumar?

Chiquito - ¡Vos estás loco!

Aguilar - Me siento mal...

Zureñuk - Apechugá que falta poco...

Aguilar - ¡Me parece que yo vi’ a vomitar..!

Zureñuk - Vomitá en la bandeja... ¡sobre la rana, no!

Aguilar - Me la aguanto como macho... hay que llegar a las entrañas...

Chiquito - Éste es el riñón. ¡Y el intestino grueso! ¡Dame la pinza, calentala!

Zureñuk - Tené cuidado... a ver si te quemás la mano.

Chiquito - Le agarré el intestino delgado... Ya se lo saco...

Zureñuk - ¡Fuaaa! Toda la carne quemada tiene el mismo olor... parece de cristiano...

Aguilar - ¡Pará, pará, que es como si me arrancaran las tripas con una pinza al rojo vivo!

Chiquito - Que no se diga de vos, Aguilar... Si “pa’ sufrir ha nacido el hombre...”

Aguilar - Sí... Como la rana... que es mujer.

Zureñuk - Yo no veo nada...

Chiquito - Tenemos que llegar.

Aguilar - Seguro que lo que vos buscás está en las patas...

Chiquito - O más arriba... por ahí en el cerebelo... pinchale la médula oblonga, a ver qué pasa...

Zureñuk - ¿ La qué de qué..?

Chiquito - Dejame a mí. Aquí está. ¿Movió las patas?

Aguilar - Yo no vi nada. ¿Por qué no la dejamos? Pa ‘mí ya no se mueve...

Chiquito - No, no puede ser solamente muscular... Tiene que haber algo más... ¿Ven aquí, entre los dedos? Esta membrana le sirve para caer más suave, después que pega el salto. Es como un ala atrofiada... ¡Pensar que este bicho pudo hasta volar..! ¡Huy, le corté una vena o una arteria!

Zureñuk - Pa’ mí todo es igual...

Chiquito eleva las manos manchadas de sangre. Blanca se las limpia con el mantel.

Chiquito - Le quiero sacar la piel de las patas para llegar al músculo... ¡A la reputa, que está agarrrada..! ¡Ya está!

Aguilar - Bueno, pa’ mí también, ya... ya... no va más. Señores y señoras, suficiente p’Aguilar... Si no le quedó nada... Está pa’ las hormigas...

Blanca les quita los barbijos y guarda todo en la bandeja. Se retira.

Zureñuk - Y... ¿estás contento?

Chiquito - Qué voy a estar... Al final, me quedé sin saber cómo lo hacía... Aguilar, esperame... voy con vos.

Aguilar - Si yo te espero...

Chiquito - Negro... ¿cómo será que salta? ¿Cómo lo hará?

El cuarteto familiar ataca el Rondó gitano, de Joseph Haydn. Chiquito, de espaldas al limonero, está sentado, escuchando el tema de Haydn. Abruptamente, cesa la música. Chiquito siente el corte. Aguilar, Zureñuk y Victoria van y vienen, misteriosos. Al cruzarse, se hablan al oído, procurando que Chiquito no escuche. Hay clima de zozobra. Se acercan de vez en cuando a Chiquito, lo acarician, lo consuelan. Ingresa Blanca y queda de pie, del otro lado del limonero, de espaldas a Chiquito. Victoria trae telas negras. Aguilar la interroga con el gesto.

Victoria - Ellos, los judíos, tapan los espejos.

Entrega una de las telas a Aguilar y ambos salen. Chiquito queda solo, con Blanca inmóvil. Ahora se oye un violín, también solo (uno de los Caprichos, de Paganini).

Chiquito - Papá... papá (Sólo responde el violín). Papá, ¿es cierto que a la tía se la llevó el mar? ¿Cómo pudo llevársela el mar, si ella cruzó una sola vez el río y nunca más volvió a salir? De verdad, papá... de qué murió? ¿De tristeza? ¿De debilidad? ¿De las dos cosas? ¿Por qué de eso no se habló jamás? Tampoco antes me habían hablado de mamá... eso... eso también te lo pregunto. ¿Mamá, de qué murió? ¿Por qué nunca me contaron? ¿Por qué nunca cuentan nada? ¡De qué murió mamá! ¿Es cierto que en el piano de la tía antes tocaba mi mamá? ¿Por qué cerraron el piano? (Sigue el violín) ¿Por qué ahora se callan todos y tapan los espejos? ¿Alguien nos está esperando detrás de los espejos? ¿Quién nos espía y nos obliga a tapar con telas negras los cristales? (El violín sigue, obstinado) Papá, si el muerto fuera yo y alguien te estuviese preguntando ... queriendo saber... a los gritos... ¿tampoco le contestarías? ¿También por mí habrían silenciado los espejos? Papá... qué

estás tratando de hacer con tu violín..? ¿Qué hacés con el arco, raspando y horadando el tiempo..? ¿Qué querés encontrar? ¿Qué estás buscando? ¿Acaso vos también necesitás una respuesta? ¿De qué lado de los vidrios estás vos? Oíme, por favor, papá... ya tengo edad... ya puedo... Quiero saber... ¿por qué ya no están ni la tía ni mamá? ¿Por qué ahora me resulta imposible recuperar la humedad de sus mejillas..? ¡Papá, quisiera desarmar el tiempo, como desarmaba mis juguetes..!

Si ya no puedo, si ya no tengo a nadie... Papá... ¿me dejás estar con vos..?

(Sigue, obsesivo, el solo de violín)

El violín funde a ranchera de kermesse (“Mate amargo”, grabación de Feliciano Brunelli).

Aguilar (Solo y borracho) - Patrona, estoy buscando a Blanca. Si ella me perdona, me puede llevar hasta mi hijo... ¿Usted la vio, señor? ¿Cantinero, usted la vio? Busco a la Blanquita, la Blanquita Pómez... ¿Dónde está el excusado de mujeres? ¿Qué voy a cantar? Si yo no canto nada, nunca supe... el que cantaba era el Zureñuk... no me obliguen... si me obligan, aguántense el chubasco (Canta) “Era rubia y sus ojos celestes/ reflejaban la gloria del día...” No, no va con la ranchera. ¿Dónde está la Blanca? Yo la respeté... como a ánima bendita..! ¡Una doble, cantinero! ¡Mi plata vale! Y quiero gastarla, así encuentro a la Blanquita... La ginebra me lleva a la Blanquita y la Blanquita me lleva hasta mi hijo... ¡Me están arrancando las tripas pa’ afuera con una pinza al rojo vivo! ¿Se cree que tomo porque a mí me gusta? ¿Dónde está el excusado de mujeres? (Canta) “Le cantó el payador mazorquero...” No, ¿no ven que con la ranchera no se puede? ¡Paren esa ranchera! Necesito

invocar a la Blanquita... y con música no puedo! ¡Que suenen campanadas! ¡Prendan el incienso! ¡Díganle al tarado del pueblo que haga repicar el campanario!

Chiquito (Que acaba de llegar) - Aguilar, estás mamado.

Aguilar - Yo soy tu amigo...

Chiquito - Mirá la novedad... El alcohol te va a llevar.

Aguilar - Si es lo que quiero...

Chiquito - Y de este lado del charco de ginebra me dejás a mí...

Aguilar - ... con el Cumpa.

Chiquito - ¡Qué Cumpa ni ocho cuartos! ¡No me jodás! ¡¡¡¿Acaso no sabés que siempre estuve solo..?!!!

Aguilar - Tranquilo, tranquilo... Igual yo los espero. Y pa’ pronto. Vayan preparando el salto. Pero no se me vayan a olvidar: ese salto es mortal.

(Su voz se ha ido perdiendo)

El cuarteto retoma el Rondó gitano, de Haydn, que cambia a Serenata del Angel, de Braga, cuando ya está iniciada la escena siguiente, a la que cubre, suavemente, en un segundo plano. Chiquito escribe. Entra Victoria, trayendo ropa planchada.

Victoria - ¿Qué está escribiendo, niño? ¿Una carta?

Chiquito - Escribo...

Victoria - ¿Pa’ qué?

Chiquito - ¿Cómo “pa’ qué?” Para escribir...

Victoria - Ya entendí. El huevo le enseña a la gallina... ¿Se cree que soy tonta? Pero, escribe... pa’ quién?

Chiquito - Para mí.

Victoria - El tonto resultás vos... ¡Y no te trato más de usted, ni qué joder..! ¿Pa’ qué necesitás escribirte si ya sabés de antemano lo que te vas a decir?

Chiquito - No siempre, Victoria. A veces, no.

Victoria - ¿Y si no sabés lo que te vas a escribir, pa’ qué te lo escribís? ¿Pa’ confundirte más..? A mí no me vas a convencer… ¿Pa’ quién estás escribiendo?

Chiquito - Te dije. Para mí.

Victoria - Ninguno se escribe pa’ él mismo. Salvo los locos... y vos no estás... me parece, bah..! ¿Vas a dejar una carta p’ alguien? Todos los que se van dejan una carta pa’no irse tan del todo...

Chiquito - ¡Sí, Victoria! ¡Me ganaste! Voy a dejar una carta..! ¡Dejame de embromar! ¡Dejame concentrar!

Victoria - Si yo te hablo suavecito... Si yo ni te molesto...Mirá, contámelo a mí primero, qu’es más fácil... y después yo les cuento a los demás... El que se fue a Sevilla...

Chiquito- A Sevilla no me voy...

Victoria - Ya sé que ahí no te vas...¡Y menos con ese pantalón! Te estuve planchando ropa de salir… ¡ Todavía tiene el perfume del jabón..!

Chiquito - A donde voy yo, nadie te va a oler...

Victoria (Habla suavecito) - Mirá, Chiquito, el que busca encuentra...

Chiquito- Ah, al final, parece que me entendés...

Victoria - Claro que te entiendo... pero igual te vas a llevar una camisa y una muda completa de ropa interior...

Chiquito - ¿Y si fueras vos la muda? Perdoname, Victoria... pero no me dejaste ni escribir.

Victoria - Total... ¿no es lo mismo? Si dejás una hoja en blanco, después cada cual entiende lo que quiere... Una cosa sí te pido, una sola cosa. ¡Atendé bien, pedazo ‘e trastornado! Si la encontrás a la Blanquita...¡respetala!

Chiquito - ¿Y cómo no la voy a respetar? Pero no es a ella a la que busco...

Victoria - Ya sé... por las dudas... como quien no quiere la cosa... quien sabe a donde vos vas... por ahí la Blanca está también...

Chiquito - No creo, Victoria, no lo creo...

Victoria - ¿Y qué le digo a tu papá?

Chiquito - Que no le conocí la cara... Decile eso... Y que me voy porque ando buscando...

Victoria - El que busca encuentra... ¿Te lo dije antes, no?

Chiquito- Sí, ya me lo dijiste... Y te lo agradezco, porque me das un poco de...

Victoria - ¿Te vas solo? Vos sabés de qué te hablo...

Chiquito - Mejor solo que ...

Victoria - ... que mal acompañado. No pensé que era pa’ tanto... Te voy a preparar un morral con algo de comida...

Chiquito - ¿Me vas a preparar un qué?

Victoria – Uhhhh... Tu viaje va’ ser largo... Te vas a llevar dos pasteles de membrillo que traje de mi casa... los rellené con estas manos... los vas a conservar hasta que llegués... y si por una d’esas, uno nunca sabe... si por un casual te cruzás con la Blanquita... Ella hace más de cinco años que no prueba mis pasteles de membrillo... Si me viviera...Cinco años... Qué grandota que estaría... Y ahora que te miro, vos también...

Chiquito - Y... el tiempo pasa...

Victoria - Y sí... eso tiene de malo... ¿Me vas a abrazar y a dar un beso?

Chiquito - ¿Para qué? Victoria... esto no es una despedida...

Victoria - A lo mejor tenés razón... Quién sabe si al final... No te vayás todavía... esperá, no te vayás... ya te traigo los pasteles... y el morral...

Chiquito - Y si querés, también haceme una carta para un amigo...

Victoria - A ese amigo, llevale este papel en blanco... de parte de los dos... Total, ya se habrá muerto... Y si Dios no lo quiso, igual no ha de precisar cartas... si ése no sabe ni leer... y como yo no sé escribir... ¿Te das cuenta que, aunque esté vivo, ése es un bruto, como yo..?

Victoria sale. Chiquito recoge un abrigo y se va. Reaparece Victoria con el morral, pero encuentra la escena vacía. Y comprende.

La madre bajo un cenital mientras Chiquito marcha,. marcha y marcha.

MADRE-SARA - Hijo, ¿a dónde vas? ¿Te estás escapando de tu propia culpa? No, hijo, no. No tenés que sentir eso. Te va a hacer mal. Apenas vos naciste... no, no te voy a decir que la causa fuiste vos. Mi enfermedad estaba desde antes.

Por eso soy yo la que me siento responsable. Fui yo la que te abandonó. No es que lo haya querido, pero así fue. Para peor, te dejé solo con tu padre... con tu padre, con sus berretines de artista del violín, sus amigotes, su billar, sus reuniones fuera de la casa...

¿Vos pensás que para mí fue fácil? Para las mujeres nada es fácil... ni nacer, ni vivir, ni siquiera morir... Cuando seas grande, vas a tener una esposa y quizá hasta tengas hijas... Ya vas a ver. Si te cocinan algo rico, disfrutalo y hacéselos saber. Comé lo que te sirvan, comé todo, porque ellas en la comida, cuando ponen cebollita, sal, un dientito de ajo, una hojita de laurel, comino y pimentón, lo que más ponen... no, no te rías de la palabra... lo que más ponen es amor. ¿Me entendés? ¿Ya podés entender a una mujer grande, aunque esa mujer sea tu mamá?

BREVE PAUSA Y REITERA MONÓLOGO DE APERTURA:

Hijo, ¿decime... y ahora, qué comés? ¿Ahora que ya no estoy, con qué te alimentás? Aunque comas solo... ¿te ponés siquiera un mantelito? ¿Te cambiás la ropa interior todos los días? ¿Estudiás bien? ¿Te vas a recibir de algo? Ay, hijo, cómo quisiera estar para ayudarte... no digo para controlarte... no hace falta... Para algo te eduqué. Y te di una moral. Y una religión.

Además, y por favor... por favor no lo tomés como un reclamo, pero ¿vas a venir al cementerio alguna vez? Ni siquiera te pido que me traigas una flor. Si no tenés plata, ni hace falta. ¿Quién necesita flores? Es a vos al que yo quiero... cerca... conmigo... con mamá. Educado, correcto, con buenos pensamientos. Limpito y peinado para siempre. En una palabra: Conmigo.

Con mamá... con mamá, vas a estar bien.

Un puesto en la frontera. Una barrera. Apoyada en uno de sus pilares, una viejísima bicicleta de reparto, rota, sin la rueda de atrás. El asiento y el caño superior han sido reemplazados por un violín, también desvencijado. De la bandeja de reparto cuelgan retazos de casimires, partituras amarillentas y cuerdas de violín. Lo demás es el limonero y, detrás de la barrera, el cielo gris. Ahí están la Blanquita y Aguilar. Este último sostiene una caña de pescar, de espaldas a la escena. Se escucha el Capricho vienés, de Kreisler.

El custodio de la barrera es el Zureñuk, sentado sobre el pilar. Viste un caftán negro, largo, que le cubre las piernas y se arrastra por el piso, donde ha dejado sus zapatos. Parece, entonces, mucho más alto de lo que es. Tiene quizá apariencia de rabino y luce una gran cruz plateada sobre el pecho. Frente a él está Chiquito. Atardece.

Zureñuk - ¿A dónde va?

Chiquito - ¿Eh..?

Zureñuk - ¡En mi pueblo se saluda!

Chiquito - Disculpe... Necesito un exorcismo.

Aguilar - (Tras la barrera, volviéndose apenas) Hola, hijo, ¿qué querés de mí?

Zureñuk - ¿Pa’ qué andás queriendo eso que querés?

Chiquito - Yo a usted lo tengo visto...

Zureñuk - A vos te hicieron de seguro un trabajo a la distancia... (Como un brujo) ¿Y con qué religión querés que te haga la limpieza?

Chiquito - ¿Cómo con cuál? Con la nuestra...

Aguilar - (Desde atrás de la barrera) ¡El fue circuncidado..!

Zureñuk - ¿Cómo “fue”? ¿Cómo “fue”? ¿Y ahora ya no? Si vos no te oponés... (Toma una canasta) ¿Qué mirás? Yo también me hice cristiano. Tuve que hocicar... Alimento p’ al cuerpo... je, je,je.

Aparece Victoria, vestida como antes, pero con el agregado de una estola de zorros al cuello y alhajas en manos y muñecas, como la Madre. Da de comer maíz a las gallinas, que ocupan todo el piso.

Victoria (A Chiquito) - Vos también vas a comer. Pío, pío, pi, pi, pi, pi. Vas a comer un rico pescado relleno, ya vas a ver... Pío, pío, pi.

Aguilar (Pescando) - No prometás. Los desgraciados hoy no pican. No prometás...

Victoria (A las gallinas) - Coman, coman regalonas, que hay que comer de todo. Pío, pío, pi, pi.

Música hebrea. Zureñuk acerca un cochecito de bebé. Blanquita despliega un mantel redondo sobre el piso. Victoria acerca la canasta. Aguilar se ha colocado un sombrero. Blanca arrima un candelabro de siete brazos y, con Victoria, enciende las velas. Lo que se oye es el “Hora del Moldava”. Todos, en ronda, insinúan los pasos de baile de la danza hebrea y terminan por sentarse en torno al mantel. Aguilar coloca en el centro lo que ha pescado, una rana.

Victoria (A las gallinas) - Las gallinas buenas no pican... Pío, pío... No me van a picar al chiquilín.

Zureñuk - Levantá las patas... Mejor un cochecito...

Blanca coloca una cofia a Chiquito y lo sientan en el cochecito de bebé.

Aguilar (Orando) - Dios nos proteja de las persecuciones... (A Chiquito) Esa copa no... La copa no se toca. Es para el Mesías... se levanta sola.

Zureñuk - Como anoche las persianas...

Aguilar - Que nadie levante las persianas de mi casa... que las sillas conserven las cuatro patas apoyadas en el piso... que las almohadas bajen de las paredes... y que los manteles se despeguen de los techos... ¡Amén!

Victoria (A Chiquito) - Anoche pasaron por la casa embrujada de los Cairoli y vieron todo...todo. Cuando salen los Cairoli y ya no queda nadie, van los chiquilines y hacen sonar el llamador, el de al lado del portón, y de adentro una voz grita...grita...grita...

Zureñuk (Con el tono agudo) - ¿Y vos, quién sos?

Victoria - Grita... grita... (A Aguilar) ¡Cortá ese pescado relleno de una vez!

Aguilar - A mí no me grités.

Victoria - Es como la voz de una cotorra...

Zureñuk - Eso... amaestrada. “Y vos, quién sos?”

Aguilar - Te están haciendo la pregunta...

Victoria - Pa’ mí es una maldición de la mujer del viudo... “Y vos, quién sos?”

Zureñuk - ¡Hablá en tu idioma!

Chiquito - ¿Y a mí me están haciendo la pregunta?

Zureñuk - Y si no... Sacudís la extrañeza como si fuera boleadora...

Victoria - Me vas a matar una gallina...

Zureñuk - ¡Dejá de rivoliar!

Victoria - Los candados se abren solos...

Aguilar - Que el Señor vele por los candados de mi casa... y te cuide a vos, Sara.

Chiquito - ¿Cómo ... “Sara”?

Victoria -Pío, pío, pi. Coman gallinitas, coman las miguitas. Si no me comen todo, mamá se les muere por segunda vez...

Zureñuk - Y ahora, si la visita no se incomoda, tengo que cumplir con mi conchabo.

Todos levantan los elementos del “pícnic” y pasan tras la barrera, menos Zureñuk. Apagón.

Zureñuk - ¿Quién apagó las velas?

Chiquito - Disculpe... fui yo, que me tapé los ojos...

Zureñuk - ¡Hacé volver la luz! (Cuelga sus piernas de la barrera y queda cabeza abajo, de manera que el caftán lo oculta) ¡Prendé la luz!

Chiquito - Ya está...

Zureñuk - Si tenés luz, oservame, a ver si descubrís quién soy. Hacé como la cotorra... “Y vos, quién sos”. Tratá, tratá, si vos me conocés. No te quedés con la apariencia, que si no sos un embobado, verás que a mi cabeza le entró el conocimiento. Fue por una transfusión tremenda que me hicieron después del pinchazo con la aguja de coser. Y no te digo más. Ya te tiré una pila de acertijos. Ahora tenés la caladura de la sandia entre las manos... ¡Probala, que está roja!

Aguilar (A Chiquito)- Anoche tuviste una hemorragia, una hemorragia de nariz. Cuatro horas de sangre, hasta que vino el médico y te la paró...

Zureñuk - ¿Y entonces yo? Me puse un dedal en el dedo pinchado, pero la sangre no paraba... Ellos me hacían la transfusión y la sangre se escapaba por el agujero del pulgar... ¡Pulgar, Melchor y Baltasar!

Victoria (La que se oye es la voz de Madre-Sara)- La abuela Juana estaba sola... Salió a la puerta de calle a gritar... (Asume el rol) ¿Es que nadie me escucha? ¿Le tienen miedo al frío? ¡Yo sola no puedo conseguir un médico! ¡Ayuda...ayuda, por favor..!

Zureñuk - Me hicieron un torniquete con una cuerda de violín y me tuvieron que dejar la aguja puesta, la aguja de coser... eso sí, desinfestada. Ya no me escorcha más, ni pa’ limpiarme las orejas.

Victoria (A Aguilar) - Y vos, en el club...

Aguilar - No estaba bailando, me parece...

Victoria - Con esos amigotes...

Aguilar - Sabrás vos lo que es una carámbola difícil, bien tirada...

Victoria (Con la voz de Madre-Sara) - Cuatro horas... casi se me va en sangre el pobre chico... ¡Y vos con el billar!

Aguilar espanta a las gallinas con su caña de pescar. Luego le pone tiza en la punta y practica billar detrás de la barrera, mientras Zureñuk, ya parado, sigue su discurso.

Zureñuk - Adelante, adelante, pasen peregrinos al Pórtico de la Gloria... Si andan buscando el rostro del Padre, apoyen los dedos mugrientos en la columna de alabastro... “No arrempujen gringos panzones que la columna es una sola...” ¿Saben ustedes, peregrinos...

Aguilar - ... saben acaso lo que es acunar a un crío alborotado de tanto perder sangre?

Blanca le quita la cofia a Chiquito.

Blanca - Vas a dejar la ropa manchada de este lado antes de seguir... y te vamos a lavar...

Zureñuk - Es como el baño ése que nos hacen antes de... ¡Vos me entendés!

Chiquito - ¡Quiero salir! ¡Ya no me entran más las piernas!

Zureñuk - Si tu primo entró en el frasco, mirá si no vas a entrar vos...

Chiquito - ¿De qué me..?

Zureñuk - Este, éste es tu primo (Muestra un frasco) Este es el bebé nonato que tu tío, el de los espíritus, le sacó a su mujer en su propio consultorio de dotor.

Victoria - Sí, Chiquito, ya sos grande. Lo tenían guardado en la vitrina.

Zureñuk - ¡No negués a tu familia! Este feto blandito que parece cuajada es tu primo hermano... ¡No jodás!

Chiquito - ¿Falta mucho para llegar al fondo del espanto? ¡No quiero soñar más!

Aguilar (Pescando) ¿Y de dónde sacás que estás soñando?

Zureñuk - No es pa’ todos la bota ‘e potro... ¿Te creés que así nomás vas a perder el maleficio?

Chiquito - Lo único que quise fue dormir la siesta...

Victoria (Mece el cochecito) - Dormí, mi amor, dormí.

Se oye una canción de cuna (“Shlof, mayn kind”). Victoria canta, superpuesta a Zureñuk que habla.

Victoria - Duérmase mi niño, duérmase main kind...

Zureñuk - “Y el que tocare comadreja, ratón o rana en todas sus especies será impuro hasta la noche y tendrá abominación”. ¡Dije rana! ¡Que se hinque de rodillas aquél que tocó rana!

Inclina el cochecito y Chiquito se desliza hasta quedar arrodillado. Zureñuk sigue hablando.

Pasamos a un recreo muy cortito. Pueden fumar.

Chiquito se incorpora, somnoliento. El cochecito ahora retrocede, solo.

Chiquito - ¿Terminaste? “Antes pasará un camello...” Creo que ya sé quién sos, de verdad. Te pusieron sangre de personas instruidas, pero te reconocí igual... Seguís siendo el Zureñuk... no lo podés disimular. Una sola duda me queda, un solo desconcierto. Casi al principio dijiste “después del pinchazo” y luego “pasen peregrinos al Pórtico”. Primero fueron dos P seguidas, después tres. Para que seas el Zureñuk, algo anda mal.

Zureñuk - No entendiste nada... no sabés nada. Seguís dormido. En distintas palabras no hay problema. ¿Ves? Es en una misma palabra que nunca pude pronunciar dos P seguidas. Pero abrí grandes los ojos, que estás a punto de desentrañar el acertijo. Al final, creo que te vamos a levantar esta barrera. Y te indicaremos el camino.

Chiquito - Ni tu camino ni tu barrera me hacen falta... Además, tu barrera debe estar enmohecida... Vos cosías y cantabas valsecitos ... pero se terminó la adivinanza! ¡Ya develé el enigma! ¡A los dos los descubrí!

El cuarteto ataca nuevamente la Serenata del Angel.

Zureñuk - Sí. Lo descubriste todo. Es cierto, yo soy el Zureñuk y él es...

Chiquito - Ya lo sé. Apenas llegué, antes de que anocheciera, se traicionó... me recibió diciendo “Hola, hijo, que querés de mí..?”

Zureñuk - También es cierto. El es... tu pa - sá! (Ha hecho un gran esfuerzo, inútil).

Chiquito - ¿Cómo, “pasá”? Cuando decís pasá... qué querés decir? (A Aguilar) ¿Que pase o que vos sos mi... mi qué..?

Zureñuk - No puede, hijo, no puede... ¿No lo vas a comprender?

Chiquito - Si me quedara tiempo... pero yo tampoco puedo... (A Aguilar) Te lo ruego... ¿quién sos? ¡Por favor, en – el – nombre – del – Padre – y – del – Hijo-, quién sos vos?!!!

Aguilar - Te lo está diciendo el Zureñuk, y como puede..!

Chiquito - ¡Que me lo aclare más, que me lo aclare..! ¿Pero, por qué me resisto si lo sé? No lo entiendo del todo... y aunque lo entiendo, debo irme.

Se trepa a la barrera. Zureñuk y Aguilar lo toman de las piernas.

Zureñuk - ¿Qué querés? ¿Saltar?

Aguilar - ¿Por qué vas a saltar?

Chiquito - ¡Dejame, viejo! ¡No es así! ¡Me hacés sufrir!

Aguilar - ¿Y te creés que yo no sufro? ¿Pensás que a mí me gusta? Te lo pido por favor: haceme más fácil cumplir mi obligación.

Chiquito - ¿Cómo, viejo, cómo?

Zureñuk - Yo te voy a enseñar... ¡Si te quejás de lleno! (Le retuerce un brazo).

Aguilar - ¿Querés un bizcochito? Tomá, comé... Vos querías saber... Bueno, si te quedás, vas a saber...

Chiquito - No puedo, no me hagás quedar. Ahora no puedo, viejito, de verdad. ¡Ya no me alcanza! ¡Tengo que ir del otro lado, tengo que saltar!

Chiquito toma impulso y salta. Se pierde en la oscuridad, tras la barrera. Ahora Blanca flota en el espacio. Ingresa la música del cuarteto familiar. Toca la Cavatina, de Joachim Raff.

Victoria - Una vecina me leyó la carta de Chiquito. ¿Saben qué decía? ¿Saben qué decía en el papel? Decía... “No me dejen dormir la siesta para siempre... Que, por favor, alguien me despierte cuando aparezca el lucero de la tarde... con la primera estrella... A quien lea este mensaje... a quien lea este mensaje... le pido...” La pucha, digo... ya no me acuerdo más...

Aguilar - Ay, Chiquito, mi chiquito... Te fuiste demasiado joven... o tal vez me quedé yo... Si yo te hubiese podido despertar... Cuando nos encontremos... donde sea...

Zureñuk - Señoras y señores: se está terminando la función. Enseguida van a poder encender sus cigarros y orinar.

Va saliendo la luz, en resistencia, y antes del oscuro total reaparece Chiquito, tal como iniciara la obra.

Chiquito - Todavía no. Apenas un minuto más , por favor… y se acabó. Cierro las historias: mi tía la pianista, mi madre..., mi papá, mis tíos con su música... ninguno vive ya. Blanquita nunca existió. Victoria, más o menos. Aguilar y el Zureñuk, así, no sé. Con la distancia los mezclo y los confundo de tal manera con mi viejo que, al final, digo bien...ya no lo sé. El ciclón sí existió. Como la luz mala. O como mis ganas de saltar... A lo mejor, algún día... vaya uno a saber... Mientras tanto, como habría dicho el negro Aguilar, “pa’ hacerle pito catalán a la taimada”, a la que no se nombra, estuve intentando recuperar algunas de las siestas del verano.

Quien no las probó, nunca entenderá lo que se pierde...

Dirige la orquesta imaginaria, como al principio, hasta el apagón final.

Dedico esta obra a la comprensión de mi hijo Pablo Augusto.

Y evoco a Gabriel, que un día dio el salto mortal.

En este texto, peleándose y amándose conmigo, están los dos.

Vendedor de Enciclopedias De Ricardo Hana Personajes: Julián : 40 años

Pitaluga: 60 años, casi un linyera

El mozo: unos cincuenta años Gordo, calvo.

La madre de Julián: setenta y cinco años

Lucy: La mujer de Julián: Treinta y ocho años

SEÑORA: cincuenta años

EL LUGAR ES UN VIEJO BAR, AHORA PIZZERIA. HAY MESAS DE FORMICA GASTADA. SON LAS TRES DE LA TARDE Y ESTA VACIO, EXCEPTO UNA MESA QUE ES OCUPADA POR JULIÁN. AL COSTADO DERECHO HAY UN MOSTRADOR CON BANQUETAS. EL MOZO ESTA LEYENDO EL DIARIO. JULIÁN COME MUY DESPACIO. CADA TANTO DEJA IR LA MIRADA AL TECHO, MEDIO PERDIDA, COMO SI VIERA MAS ALLA DEL TECHO MANCHADO DE HUMEDAD. MIRA EL LUGAR, EL SOL ENTRA SOBRE UN COSTADO CON FURIA. DE GOLPE Y TOMANDO UN IMPULSO, SE LEVANTA, TOMA EL PLATO DE COMIDA, LA PANERA Y EL VASO DE VINO Y HACIENDO EQUILIBRIO PARA QUE NO SE LE CAIGA NADA, SE ACERCA AL MOSTRADOR, APOYA TODO EN EL MISMO Y SE SIENTA EN UNA BANQUETA

JULIÁN: No le molesta, no?

EL MOZO NO CONTESTA. JULIÁN SIGUE COMIENDO.

JULIÁN: Lo que pasa es... que no me gusta comer solo.

HACE UNA PAUSA ESPERANDO UNA RESPUESTA QUE NO LLEGA.

JULIÁN: Al cine sí; me gusta ir solo. Es mas: ¿ Quiere que le diga una cosa?. Prefiero ir solo. Cuando estoy viendo una película me concentro tanto que no quiero que nadie me hable.

PAUSA.

JULIÁN: Pero comer es diferente, ¿ no? Con decirle que a veces me jode tanto comer solo que prefiero... ¡ Bah!, como un sándwich apurado, se me hace que el plato de comida se me... no sé, no puedo tragar.

EL MOZO SIGUE LEYENDO EL DIARIO Y NO LE CONTESTA.

JULIÁN SE QUEDA UN RATO CALLADO Y LUEGO INTENTA NUEVAMENTE.

JULIÁN: Y, ¿ qué tal? ¿ ¿Hay algo interesante en el diario? Yo no lo leo más. ¿ ¿Para que?, ¿Para amargarme? ... Antes sí; , antes leía hasta dos diarios por día, completos, leía todo, hasta los avisos fúnebres. Me levantaba a las siete de la mañana para llevar a la nena a la escuela y después me quedaba en el bar hasta las ocho, ocho y media, leyendo el diario. Pero ahora no, ahora es distinto. (CANTA UN TROZO DEL TANGO "NARANJO EN FLOR")... Me... acabo de separar. ¿ ¿Sabe?

SE QUEDA CALLADO, MIRA AL MOZO QUE SIGUE LEYENDO EL DIARIO Y NO LE CONTESTA. SE LEVANTA DE LA BANQUETA Y SE LE ACERCA DESPACIO HASTA QUEDAR ENFRENTADO CON ÉL, HASTA CASI TOCARLO.

JULIÁN: Lindo día, ¿ no?

EL MOZO LEVANTA LA CABEZA DEL DIARIO, LO MIRA, Y NO LE CONTESTA. JULIÁN SE PONE A CANTAR UN TANGO, PEGADO A LA CARA DEL MOZO. DE PRONTO, SE INTERRUMPE.

JULIÁN: ¿ Cuánto le debo?

EL MOZO BUSCA EL TICKET, SE LO ALCANZA. JULIÁN PAGA Y SE VA.

AHORA SE VE A JULIÁN CON EL PORTAFOLIO EN LA MANO, DE SACO Y CORBATA TOCANDO EL TIMBRE DE UNA CASA. SALE UNA SEÑORA DE UNOS CINCUENTA años VESTIDA CON UN BATON FLOREADO Y CON LOS RULEROS PUESTOS.

JULIÁN: Buenos días SEÑORA, vengo en representación de la firma Sons & Sons de Filadelfia, Estados Unidos, editores de la Enciclopedia Americana. Estoy acá para hacerle saber que se ha hecho acreedora a una bonificación del 25 % en la compra de...

LA SEÑORA: Estoy muy ocupada, gracias.

CIERRA LA PUERTA.

JULIÁN SE QUEDA MIRANDO LA PUERTA, SACA UN PEINE, SE PEINA, Y HACIENDO UN ESFUERZO TOCA NUEVAMENTE EL TIMBRE.

TARDAN EN VOLVER A ABRIR. LA SEÑORA ABRE LA PUERTA.

LA SEÑORA: ¿ Otra vez usted? ¿ ¿No le dije que estoy muy ocupada?

JULIÁN: Son cinco minutos. No se va a arrepentir. La... la publicidad sale por televisión, la tiene que haber visto.

LA SEÑORA: ¿Cuándo sale?

JULIÁN: Es un programa con premios que va los miércoles a la noche.

LA SEÑORA: No se cómo no me di cuenta, ese programa lo vemos siempre con mi marido. ¿Así; que la propaganda la pasan por televisión?

JULIÁN: ¿ Puedo entrar?

LA SEÑORA: Pero nada mas que un minuto, ¿ eh?

JULIÁN: Pero, ¡ por favor! Permiso.

JULIÁN ENTRA. SE ACOMODA EN UN SILLÓN. SACA UN MONTÓN DE FOLLETOS QUE DESPLIEGA SOBRE UNA MESA RATONA. LA SEÑORA SE MIRA EN UN ESPEJO Y SE AJUSTA LOS RULEROS.

JULIÁN: Como le decía. Perdón, si no mira para este lado no le voy a poder explicar.

LA SEÑORA: Sí, si, esta bien, cuantas vueltas que tiene.

JULIÁN: Se trata de una verdadera oportunidad. No debería desaprovecharla. El otro día le decía al animador del programa de televisión...

LA SEÑORA: ¿ Usted lo conoce?

JULIÁN: Lo vi una vez, no se olvide que el área de ventas y la publicidad están muy unidas... Como le decía...

LA SEÑORA: Y... ¿cómo es?

JULIÁN: Para decirle la verdad, es petiso. No parece. ¿ ¿Vio?

A mí me llega hasta acá. (SE TOCA EL HOMBRO).

Ah, ¡eso sí!, es muy simpático... Bueno, es una oportunidad, un descuento real en su compra del 25 %.

LA SEÑORA SE PONE A BARRER. JULIÁN LA MIRA Y NO SABE QUE HACER.

JULIÁN: La... enciclopedia la puede pagar en 24 cuotas sin interés, una verdadera oferta.

LA SEÑORA: ¿ Ya esta?

JULIÁN: Ya esta, ¿ qué cosa?

LA SEÑORA: Digo, si ya termino su exposición.

JULIÁN: Bueno, en realidad me gustaría que mirara los folletos.

LA SEÑORA: No, no, ahora no puedo, en todo caso vuelva la semana que viene.

JULIÁN JUNTA LOS FOLLETOS Y LOS VA GUARDANDO EN EL PORTAFOLIO.

JULIÁN: ¿ La semana que viene?

LA SEÑORA: Sí, sí, venga por la tarde que esta mi marido. ¿ ¿Eh?

LE EXTIENDE LA MANO. JULIÁN LA APRIETA, VA HASTA LA PUERTA Y SALE.

LA ESCENA NUEVAMENTE EN EL BAR. JULIÁN SE PARA EN LA PUERTA Y SE ESCUCHA UNA VOZ QUE DICE:

"El camino mas alto y más desierto..."

JULIÁN SE DA VUELTA Y SE ENCUENTRA CON PITALUGA. ESTE LLEVA UN TOSCANO APAGADO EN LA COMISURA DE LOS LABIOS, TIENE BARBA DE UNA SEMANA. LO MIRA SOCARRóN.

PITALUGA: ¿ Sabe quien dijo eso?

JULIÁN: ¿ Que?

PITALUGA: "Demencia, el camino más alto y más desierto".

JULIÁN: No.

PITALUGA: Jacobo Fijman.

JULIÁN: Ah!, el...

PITALUGA: ¿ Que iba a decir? ¿ El loco?

JULIÁN: No, no.

PITALUGA: Quién sabe que era, el poema esta ahí, o sea que poeta parece que era, ahora loco, ¡qué sé yo!, depende como se lo mire.

JULIÁN: Usted, ¿ lo conoció?

PITALUGA: ¿ Y a usted que le importa? ¿ ¿Por que? ¿ Parezco medio raro yo?

HACE CON LA MANO EL GESTO DE LOCO.

PAUSA

PITALUGA: Permítame presentarme. -LE EXTIENDE LA MANO- Pitaluga, a sus órdenes.

JULIÁN: Mucho gusto... Julián.

PITALUGA: ¿ Cómo viene el score hoy? Parece que hubiera perdido los tres sets, seis a cero. ¿ Que pasó? ¿ Mal el saque? Usted debe tener muy malo el segundo saque.

JULIÁN: ¿ Usted juega al tenis?

PITALUGA: Tenía un revés a dos manos que mataba. Ya no. Me gusta mirar. Yo ya no juego mas a nada. ¿ Tiene un cigarrillo?

JULIÁN: No.

PITALUGA: ¿ Se pagaría un vasito de vino?

JULIÁN SACA UN BILLETE DEL BOLSILLO Y SE LO OFRECE.

PITALUGA: ¿ Que se cree que soy yo? ¿un ciruja?. El vaso lo tomamos juntos, sino no sirve. Venga, vamos.

ENTRAN AL BAR Y SE ACOMODAN EN LA BARRA.

PITALUGA: -AL MOZO- Dos vasos de vino blanco.

PAUSA

PITALUGA: Tenemos que brindar por algo.

JULIÁN: Por mí no se moleste.

PITALUGA: Pero che, que cara. ¿ Que le pasa? ¿ Una mina? ¡ Mire la pregunta! Detrás de esa cara, siempre hay una mina.

SE ACERCA EL MOZO Y LES ALCANZA LOS DOS VASOS DE VINO.

MOZO: ¿ Que haces. Pitaluga? ¿ Conseguiste a otro que te pague el vino?

PITALUGA: No te hagas el canchero que te hago cerrar el boliche.

JULIÁN: ¿ Cómo? ¿ A usted le habla?

PITALUGA: Por supuesto. ¿ Que tiene?

JULIÁN MIRA EXTRAñADO AL MOZO.

JULIÁN VA A VER A LA MADRE. ES UNA ANCIANA DE UNOS SETENTA Y CINCO AñOS. ESTA ACOSTADA BOCA ARRIBA. TIENE LA MIRADA FIJA EN EL TECHO. RONCA. DA LA SENSACIóN DE QUE ESTA DURMIENDO CON LOS OJOS ABIERTOS. JULIÁN SE ACERCA LENTAMENTE A LA CAMA, TRATANDO DE NO HACER MUCHO RUIDO. DE GOLPE TROPIEZA CON UNA CHATA QUE ESTA EN EL PISO HACIENDO UN GRAN ESTRÉPITO.

LA MADRE: ¿ Sos vos, nene?

JULIÁN: Sí, soy yo.

LA MADRE: ¡Ah! Roberto, ¿ qué tal? ¿ Cómo estas?

JULIÁN: No vieja, soy yo, Julián. ¿ Cómo te sentís?

LA MADRE: Estoy bien, apenas me duele un poco. ¿ Y tu hermano? ¿ Dónde anda? No es capaz de venir a ver a la madre alguna vez. Por suerte, Robertito siempre viene. Decime, ¿ esta lloviendo?

JULIÁN: No, no llueve.

LA MADRE DE GOLPE APARTA DE Sí EL CUBRECAMA.

LA MADRE: ¡ Que calor que tengo! No aguanto tanta frazada. Dame agua.

JULIÁN VA HASTA LA MESA DE LUZ Y TOMA UNA BOTELLA DE AGUA MINERAL, LE SIRVE UN VASO Y SE LO ALCANZA.

LA MADRE: ¿ Cómo anda el consultorio?

JULIÁN: Mama, yo no tengo ningún consultorio.

LA MADRE: ¿ Cómo? ¿ Que pasó? ¿ No sos más dentista?

JULIÁN: Pero mama!

LA MADRE: Yo sabía que alguna vez ibas a hacer eso. A vos te gustaba pintar. Pero, decime, ¿ de que vas a vivir ahora?

JULIÁN: Mama, mirame, por favor, soy Julián.

LA MADRE: Yo no estoy loca, ¿ entiendes? ¿ Por que me pones nerviosa? ¿ Para eso viniste?

LA MADRE: ¿Cómo anda el consultorio?

JULIÁN: Mama, yo no tengo ningún consultorio.

LA MADRE: Eso ya me lo dijiste, ¿por qué repetís todo?

JULIÁN: Esta bien mama.

PAUSA

LA MADRE: ¿ Cómo esta María? Podría venir a verme de vez en cuando. Pero, ¡ claro! la psicóloga esta muy ocupada.

JULIÁN: Mama, yo no tengo nada que ver con María.

JULIÁN HACE UN GESTO DE ABATIMIENTO Y SE QUEDA CALLADO.

LA MADRE: Yo no digo todos los días, pero alguna vez, soy la suegra, después de todo. Bien que cuando me necesitaba, yo siempre estaba. Que cuidame el nene que tengo que ir acá, que por favor que tengo un curso. ¿ Sabes lo que es esa? Una engrupida, eso es. Dame mas agua.

JULIÁN SE TOMA EL VASO DE AGUA. DESPUÉS SE LO ALCANZA A LA MADRE.

LA MADRE: Esta vacío.

DE GOLPE LA MADRE LE TOMA EL BRAZO CON MUCHA FUERZA.

LA MADRE: No te vayas, Roberto. Me duele mucho.

LA MADRE SE VA DURMIENDO DE A POCO. LE SUELTA EL BRAZO. JULIÁN ESPERA UN RATO Y LUEGO SE VA.

LA ESCENA ES NUEVAMENTE EN EL BAR. JULIÁN SE ACOMODA EN EL MOSTRADOR. EL MOZO ESTA LIMPIANDO UNAS COPAS CON UN REPASADOR.

JULIÁN: Un café cortado.

EL MOZO SIGUE SU ACTIVIDAD, LUEGO PARA Y COMO A DESGANO VA HACIA LA MAQUINA DE CAFÉ. TIENE UN ESCARBADIENTES JUGANDO EN LA BOCA.

HACE EL CAFÉ Y LO SIRVE . JULIÁN TOMA EL CAFÉ DESPACIO. LEVANTA LA CABEZA.

JULIÁN: ¿ Pitaluga no vino hoy?

EL MOZO NO LE CONTESTA.

EL MOZO DE DETRÁS DEL MOSTRADOR Y SE VA PARA ADENTRO.

EN ESE MOMENTO ENTRA PITALUGA, PASA AL LADO DE JULIÁN Y SIN MIRARLO SIGUE DERECHO HASTA LA MESA DEL FONDO, SE SIENTA Y EMPIEZA A SACAR DE UN BOLSO ENORME, DIARIOS QUE VA DOBLANDO Y ACOMODANDO SOBRE LA MESA. JULIÁN NO SABE SI ACERCARSE O NO.

FINALMENTE SE DECIDE Y EMPIEZA A CAMINAR HACIA LA MESA EN QUE ESTA PITALUGA. SE PARA DELANTE DE ESTE. PITALUGA NO LO MIRA; SIGUE ACOMODANDO LOS DIARIOS.

JULIÁN: Hola, ¿ cómo le va?

PITALUGA: -SIN LEVANTAR LA CABEZA- Hola.

JULIÁN: Me conoce, ¿ no?

PITALUGA: ¿ Que se yo? Conozco tanta gente.

JULIÁN: -RECITA- "El camino mas alto y más desierto".

PITALUGA: ¿ Que le pasa? ¿ Se siente mal?

JULIÁN SE MAREA.

JULIÁN: ¿ Se acuerda? Ayer lo invite con un vino.

PITALUGA: ¿ Y que quiere? ¿ Que lo invite yo, ahora? Perdió, viejo, no tengo un mango.

JULIÁN: No, yo lo que quería... ¡ Bah!, ya ni se lo que quería... Chau.

JULIÁN EMPIEZA A CAMINAR HACIA LA PUERTA.

PITALUGA: ¡ Eh! ¡ Espere!

JULIÁN SE DA VUELTA Y MIRA A PITALUGA.

PITALUGA: Siéntese, vamos.

JULIÁN SE SIENTA.

PITALUGA: ¿ Se paga una cervecita?

JULIÁN ASIENTE CON LA CABEZA.

PITALUGA: -GRITaNDOLE AL MOZO- Che gallego, traete una cerveza bien fría.

PAUSA

PITALUGA: Viene mal, ¿ eh? ¿ Que le pasa?

JULIÁN SE ENCOGE DE HOMBROS.

PITALUGA: Sonreír. Esa es la palabra. Hay que hacer un esfuerzo, a ver, dele, dele...

JULIÁN: Déjeme de joder.

PITALUGA: ¿ Sabe lo que es un tipo angustiado? Un perro sarnoso. La gente le raja. La cosa esta en tirar buenas ondas, poner caras, todo esta bien, cómo gozo de la vida. Un tipo como usted; ojo, no lo tome a mal, ¿ eh?, es como la peste. Mire, la gente prefiere a un turro que a un triste. Es así.

JULIÁN: Tiene razón, mejor me...

PITALUGA: No, no. Quédese, viejo, a mí no me molesta. Estoy acostumbrado. Acá viene cada uno. Soy de la vieja escuela, sabe las horas de vuelo que tengo yo, la de bares...

JULIÁN: Me imagino.

PITALUGA LO MIRA LARGAMENTE.

PITALUGA: ¿ Que le pasa? Vamos, cuente.

PAUSA

JULIÁN: Me acabo de separar de mi mujer.

JULIÁN: No es una historia muy divertida. ¿ Seguro quiere que le cuente?

PITALUGA: Dele, dele.

EL MOZO SE ACERCA Y DEJA LA CERVEZA EN LA MESA.

PITALUGA LA SIRVE EN CADA VASO Y AMBOS DAN UN LARGO TRAGO.

JULIÁN NO SABE SI CONTARLE O NO. FINALMENTE SE DECIDE.

JULIÁN: Nosotros, digo, mi mujer y yo, todas las noches después de cenar, nos sentábamos a ver televisión; como hace todo el mundo, supongo. La otra noche, estabamos viendo un programa con premios. Yo estaba como embotado, eso, embotado. De golpe, mi mujer, Lucy, me pide que le haga masajes en el pie. Siempre le gusta que le este haciendo masajes, es casi un vicio. Bueno, empiezo a masajearle el pie, sin mucho entusiasmo para ser franco, cuando siento -esto no lo va a creer-, tengo la sensación que...

PAUSA

De que le estaba tocando la pata a un animal. Era algo muy fuerte, lo sentía en todo el cuerpo. No lo podía aguantar. Sin que se diera cuenta deje el pie y trate de no pensar mas en eso. Pero ella insistía, insistía y me ponía el pie encima de la rodilla para que siguiera con el masaje. Empece de nuevo y... otra vez, pero con mas fuerza, me vino esa sensación de...

Me levante, fui hasta el baño; metí la cabeza bajo la canilla y trate de calmarme. Me asustaba la idea de volver al living, así que, disimuladamente, me fui para el dormitorio y me acosté.

JULIÁN SE QUEDA CALLADO.

PITALUGA: Mejor nos tomamos otra cerveza.

LE HACE UNA SEñA AL MOZO.

PAUSA

JULIÁN: Al día siguiente, me levante bien. Mi mujer me preparó el desayuno como todas las mañanas.

Lleve a la nena a la escuela y pensaba en todo lo que me había pasado como en una pesadilla.

PAUSA

Pero a la noche. JULIÁN APURA EL VASO DE CERVEZA.

Estabamos viendo televisión de nuevo. Esta vez era un programa cómico... cuando pasó otra vez. Todo lo mismo, pero más fuerte. Llegue a sentir nauseas. Así que trate de apartarme suavemente del pie de Lucy; me levante del sillón y me encerré en el baño; hasta que se me fue pasando poco a poco.

LARGA PAUSA

PITALUGA: -MIENTRAS TERMINA EL VASO DE CERVEZA- ¿ Y? ¿ Que más?

JULIÁN: Nada más. Eso es todo.

PITALUGA: ¿ Eso es todo? Yo pense que la había encontr

...

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